Javier “el sapito” Ochoa: “héroes sin capa”
Redacción
16 febrero, 2021
RÍO TERCERO DE AYER Y DE HOY, Vida y Ocio
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POR DARÍO COMBA / RÍO TERCERO DE AYER Y DE HOY / En la Casa de la Cultura funciona el Museo Arqueológico e Histórico Regional muy bien guiado por Fabiana “Fabo” Ronconi, pero este museo tiene un motor detrás de bambalinas que es Javier Ochoa, el que “mete las patas en el barro”.
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Héroe sin capa. Cumple su incansable y silenciosa labor ahí desde hace casi 30 años, ha sido parte de varias gestiones de gobierno que ha tenido nuestra ciudad. Me llegué a visitarlo a Javier y confieso que jamás había entrado a un lugar de esa naturaleza, un búnker lleno de piezas de miles y miles de años nominadas y debidamente relevadas por el mismo Ochoa, algunas de por ejemplo de 130 mil años, como la cabeza de un mesoterio en el que lo encontré trabajando.
Su pasión por la naturaleza se la inculcó su abuelo materno, don Bressan, “ya desde chiquito me llevaba a su campito pasando Pamcor”, pero se terminó de reafirmar, cuando a los casi 20 años y por esas cosas de la vida, en la ciudad de La Plata conocí el Museo de Ciencias Naturales, cuando entré ahí, me volví loco, supe que eso era lo que quería para mi vida, la paleontología de los mamíferos vertebrados”.
Dedicado por años al dibujo artístico y viajando por muchísimas ciudades, (increíble lo que dibuja el hombre, puedo dar fe de eso) en 1993 se presenta ante el Secretario de Cultura del segundo mandato de Carlos Hugo Rojo y su funcionario Eloy Ferrero, le dice “quiero estar en esto, quiero capacitarme” y como si los planetas se hubieran alineado, Ferrero le comenta de un curso que justo por esos días se dictaba casualmente en el mismísimo Museo de la Plata».
Así que allá fue Ochoa y a partir de ahí empezaría una historia que aún llega y atraviesa más activa que nunca nuestros días, una profesión nada fácil ni holgada para un país y una ciudad que destinan tan pocos fondos a la cuestión y a las personas que lo llevan a cabo.
La charla fue muy interesante y de casi dos horas, hablamos netamente sobre su profesión, un detalle que me llamó la atención de lo que me dijo para cerrar: “sabes lo que despertó un boom con esto de la paleontología y eso hizo que haya sangre nueva de gente joven en el asunto, la película Jurassic Park”.
Javier “el sapito” Ochoa, indudablemente uno de los que yo llamo “héroes sin capa” de nuestra ciudad, de esos tipos que hacen falta, tal vez no reconocido, ni valorado, ni cuidado como su pasión, entrega y fidelidad a su ideología lo amerita. ¡¡¡Grande Javier..!!! Maestro digno de admiración.