POR MARTÍN MASITTI / EL VIAJERO DEL OJOWEB/ FOTO TAPA: / Laguna superior tomada por la tarde, de regreso a la ciudad. Organizamos el día previo con Cris y Dana para acampar en la laguna del caminante, así que por la mañana fuimos al supermercado para llenar nuestras mochilas de comida.
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Dejamos el vehículo de Cris en el camping encantado a pocos kilómetros de la entrada del sendero. La dueña, cordobesa, era amiga de Cris y nos recibió con mucha calidez.
Abandonando el auto a un lado del camino, cargados con mucho peso, comenzamos la travesía por el bosque. Un recorrido que nos tomaría cinco horas. Caminamos por el valle de Andorra, atravesando un frondoso bosque de, adivinen, lengas (roble de Tierra del Fuego, haya austral o roble blanco, es un árbol de la familia de las Nothofagaceae.).
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Bordeamos el glaciar Martial por detrás y a nuestra derecha apreciamos el glaciar Vincicerra a lo largo del viaje.
Ver la laguna del caminante de color turquesa desde lo alto fue un mimo al corazón._________
No porque estuviera cansado sino porque ansiaba llegar aquel tan comentado lugar. Aprovechando la altura dejamos las mochilas a un lado del sendero y fuimos hacia laguna superior, pero como estaba nublado y los colores no eran intensos, decidimos volver al día siguiente.
Ubicamos nuestra carpa, buscamos madera en carretillas improvisadas, instalamos la oruga en lo alto del campamento y nos sentamos a descansar hasta que llegó la hora de cocinar hamburguesas gourmet.
Fue una hermosa noche. Por momentos se despejaba por completo y podíamos ver los satélites ir de un lado al otro y a las estrellas mirarnos fijamente. Nos calentamos con sucesivas risas y un pequeño whisky que llevó Cris.