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RÍO TERCERO / Esta mañana se aprobó un proyecto de los concejales UCR para peticionar al Superior Gobierno de Provincia de Córdoba, que procedan a habilitar lo antes posible un área específica de emergencia destinada a tratamiento de pacientes con COVID-19 en el nuevo Hospital Regional.
En ese sentido, el bloque de Hacemos Por Córdoba emitió un comunicado oficial sobre «por qué no se abre el nuevo hospital provincial». A continuación el comunicado:
El sistema de salud en pandemia
En los últimos días ha surgido una fuerte discusión en la ciudad respecto a la necesidad de que se abra el Nuevo Hospital Provincial Brigadier Juan Bautista Bustos, como así también respecto a la necesidad de que el Hospital actual se transforme en “Hospital Covid”, tal y como ocurrió el año pasado.
Esta discusión ha generado una sensación de miedo en los vecinos, que sienten que la salud publica no es suficiente en estos duros momentos de pandemia que vivimos.
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En primer lugar debemos decir que de manera diaria estamos en contacto con legisladores y funcionarios provinciales, con quienes trabajamos en conjunto, y compartimos la preocupación de que se abra el nuevo Hospital. La realidad es que hoy aún faltan algunos trabajos que son indispensables para su correcto funcionamiento: se está terminando de instalar el oxígeno y el sistema general de gases, que aún no está probado; falta llegar cierta aparatología, como el tomógrafo y ciertos equipos de diagnóstico.
Y también mantenemos comunicación con el Hospital Provincial, donde hoy se continúa trabajando para atender no solo los problemas que acarrea esta pandemia, sino toda la problemática sanitaria de la ciudad. Si bien el hospital no ha sido designado por el Ministerio de Salud como “Hospital Covid”, hoy dispone de camas para atender esta patología; hoy el 60% de las camas que el Hospital tiene disponibles para Covid están libres.
El Ministerio de Salud de la Provincia ha decidido trabajar con el sistema de salud provincial como un todo, y por ello, a los fines de atender todas las patologías existentes, algunos hospitales han sido designados para atender Covid y otros no. En este año, Santa Rosa de Calamuchita y Alta Gracia, por nombrar a los más cercanos, han sido designados para ello, al igual que Río Cuarto, Villa María, entre otros.
Esta decisión no ha sido azarosa. El año pasado, cuando nuestro Hospital fue Covid, más del 50% de las camas de terapia fueron ocupadas por personas de Alta Gracia y de la zona de Calamuchita. Mientras tanto, el Hospital de Río Tercero, siendo Covid, quedó inhabilitado para atender cualquier otra patología. Para poder ponderar la situación completa, se debe considerar que en el mes de Junio de este año, nuestro Hospital recibió 55 personas para internación por Covid. De esas 55 personas, 5 debieron ser trasladadas y las otras 50 fueron atendidas e internadas aquí. En ese mismo mes de Junio, 40 personas con otras patologías fueron internadas en la terapia del hospital; esas 40 personas si el hospital hubiese sido Covid hubiesen debido ser trasladadas a otras localidades.
Hoy, las estadísticas de nuestra ciudad están dentro de los parámetros nacionales; la atención en salud está garantizada y es nuestra obligación llevar tranquilidad a los vecinos, pidiendo que mientras la campaña de vacunación avanza, nos sigamos cuidando, con la esperanza de que pronto llegaremos juntos al final de la pesadilla en que nos ha metido este virus.
Hay además más datos a tener en cuenta. En primer lugar, que a nivel provincial el 70% de las camas COVID están ocupadas; en Río Tercero, ese número es sensiblemente menor (40%). Además, el Hospital de Río Tercero es un hospital regional, y en esa línea, el Ministerio de Salud ha tomado medidas no sólo en nuestra ciudad, sino en todo el corredor sanitario, habiendo entregado 10 tubos de oxígeno, 2 monitores multiparamétricos y 4 bandejas de cama en Almafuerte; y 12 tubos de oxígeno y 2 monitores multiparamétricos en Hernando, con el objetivo de que estas localidades puedan atender localmente a los enfermos de COVID y aliviar el sistema en nuestra ciudad.
Por otra parte, el sistema de salud en esta pandemia ha pasado a ser considerado integralmente, incluyendo al sistema público y también al privado. Y por ello, en caso de que el sistema no contara con camas en el sector público, las derivaciones se realizan al sector privado, con los costos a cargo del Ministerio de Salud. Como se puede ver, la planificación sanitaria necesaria existe, y ha funcionado en nuestra provincia, que aún en el pico de la segunda ola no vio saturado su sistema de salud, y siempre contó con camas disponibles.
No debemos politizar ciertas cuestiones, porque hablamos de la salud de nuestra gente; hablamos de nuestros muertos, porque esta pandemia nos ha pegado de cerca a todos. Y debemos preguntarnos por qué en este momento, cuando los casos están bajando, surgen estas exigencias. Y por qué no se dieron cuando estábamos en el pico de la segunda ola, que ya por suerte hemos pasado. La respuesta es sencilla: aquí no hay una preocupación real por la gente, simplemente hay una intencionalidad política clara.-
Exigir de manera inconsciente la apertura de un hospital que aún no está listo para funcionar solo genera sensación de pánico en la gente de manera infundada; y pedir cambios en la política sanitaria sin considerar los datos de la realidad es imprudente; y en estos temas debemos ser serios, razonables, y muy medidos. Estamos hablando de la salud de nuestros vecinos; hablamos de la vida de nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros amigos. Hacer política con estas cosas es, paradójicamente, poco saludable.
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