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RÍO TERCERO / INFORME DEL CENTRO DE ESTUDIOS POLÍTICOS, ECONÓMICOS Y SOCIALES «SINERGIA» / El estudio se realizó a fines de junio de 2020, donde detalla que en la ciudad de Río Tercero, en el mes de mayo de 2021 fallecieron 57 personas, 4 de ellas a consecuencia de COVID-19. En el mismo mes, del año anterior la ciudad registró 33 fallecimientos totales, lo que muestra que este año la tasa de mortalidad se incrementó un 72%.
Sin embargo, del total de muertes, casi el 90% no se explican como consecuencia directa de COVID, lo que representa una sobre muerte de 20 personas no explicadas por efecto directo de la pandemia. Esta situación pone en evidencia que es necesario comenzar a tomar acciones, medidas y decisiones que contemplen la atención de patologías crónicas y situaciones agudas que han sido relegadas por la atención prioritaria de Covid, como asimismo atender las implicancias de la pandemia y las restricciones en la salud mental de la población.
«Más allá de las sabidas implicancias de la pandemia provocada por el Covid-19 (SARS-CoV2), las situaciones conexas a la misma, entendiendo por tales el empeoramiento de las situaciones económicas de la población, las restricciones a la circulación, el aislamiento social, el cierre de espacios educativos y de recreación, entre las más relevantes, han provocado un cambio drástico en la forma de vida de las personas desde marzo de 2020 a la fecha».
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El real impacto de la pandemia y de todas estas circunstancias conexas a la misma, debe aún ser ponderado, siendo quizás prematuro llegar a conclusiones definitivas. Empero, se considera que se deben analizar dichas variables a los fines de comenzar de manera inmediata a tomar medidas correctivas, para minimizar las consecuencias negativas y evitar un mayor impacto en la sociedad.
La pandemia y las restricciones generaron impactos económicos, como por ejemplo, y de acuerdo al informe elaborado por el INDEC en relación con la fuente de los ingresos familiares, desde 2019 en adelante se detecta un aumento importante de los ingresos no laborales, es decir, ingresos económicos que no provienen del trabajo de las personas, sino de ayudas estatales o aportes familiares.
Esto es una clara muestra del deterioro de las condiciones laborales, sea por la pérdida de la fuente de trabajo de las familias, por la
imposibilidad de desplazarse hasta el lugar de trabajo o bien por el deterioro de los ingresos obtenidos, los que pasan a ser insuficientes para cubrir las necesidades de la familia.
Impactos en la salud
Más allá del impacto directo y obvio de la pandemia, hay impactos en relación con otras áreas de la salud que deben ser considerados; con relación a ciertos trastornos de salud mental, por ejemplo, de acuerdo a datos recabados en diversos estudios realizados en el país, más del 56% de las personas consultadas ha expresado sentir mayores niveles de ansiedad; al mismo tiempo, más del 33% de las personas ha expresado tener mayores dificultades para dormir. Ambos problemas ha afectado más a mujeres que a varones.
En lo que se refiere a los adolescentes, y de acuerdo a un sondeo efectuado por UNICEF, el 27% de los jóvenes manifestó sentir ansiedad, y un 15% depresión. En el mismo orden de ideas, el 36% de los jóvenes ha manifestado tener menos motivación para encarar sus actividades habituales, y el 46% ha manifestado tener menos motivación para encarar actividades que antes de la pandemia disfrutaba. Es de remarcar también que el 43% de las mujeres jóvenes entrevistadas manifiesta sentirse pesimista respecto al futuro, lo mismo que el 31% de los varones.
Llamativamente, y siendo un dato realmente preocupante, 3 de cada 4 jóvenes sintió la necesidad de pedir ayuda por su bienestar físico o mental, sin embargo 2 de cada 5 no lo hizo, lo cual genera una porción de la población joven, con problemas de salud potenciales, que no están siendo monitoreados correctamente.
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De acuerdo a un informe de la Fundación UADE, 7 de cada 10 argentinos afirman que la pandemia de Coronavirus representa una fuente importante de estrés en sus vidas, y entre 30% y 40% de la población ha tenido sentimientos de depresión, soledad y/o miedo.
Atención de otras patologías
El direccionamiento del sistema de salud a atender especialmente Covid, la decisión de muchas personas de no acudir a sus controles
médicos por temor a la pandemia y la saturación, en parte, del sistema de salud, ha generado un deterioro en la atención de otras patologías, con las consiguientes consecuencias negativas de ello.
Una prueba contundente de lo anterior se puede observar en la tasa de mortalidad en la ciudad de Río Tercero, si se consideran datos en pandemia, y datos previos. En el mes de mayo de 2020 (cuando todavía no había fallecimientos por Covid), se produjeron 33 defunciones mientras que, en el mismo mes de 2021, se produjeron 57 fallecimientos, de los cuales solo 4 fueron como consecuencia de Covid.
Esto significa que en la ciudad en la comparación de mayo de 2020 con mayo 2021, hubo una sobremuerte de 24 personas de las cuales solo 4 se explican directamente por efecto del Covid. Las otras 20 personas, fallecieron como consecuencia de otras patologías no vinculadas al Covid.
Esto puede hacer presumir que el sistema de salud, por haberse enfocado en atender prioritariamente casos de Covid, y/o considerado que las personas no han continuado con la atención de sus patologías crónicas, ha provocado que se produzcan casi un 100% más de fallecimientos que un año atrás, aumento que claramente no se explica por el Covid, al menos de manera directa.
De esta manera, se considera indispensable que se comiencen a tomar acciones, medidas y decisiones que consideren la atención en salud de todas las patologías, poniendo un especial foco en la atención de patologías crónica graves y en salud mental, para evitar que la atención prioritaria de Covid no genere una tasa de sobre muertes en la población por otras patologías evitables.
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