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JUEGOS OLÍMPICOS/ ATLETISMO / HAZAÑA / La neerlandesa Sifan Hassan llegó a Tokio con el objetivo de alcanzar un triplete inédito de títulos en 1.500, 5.000 y 10.000 metros en el atletismo.
Sin embargo, en la eliminatoria de la primera de las carreras, la fondista participó de una caída colectiva y pareció ver desvanecerse su sueño. Pero con una fuerza de voluntad encomiable y un sprint propio de una velocista, se levantó, reaccionó y se clasificó a semifinales de los Juegos Olímpicos.
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De origen etíope, más allá de que representa a Países Bajos, Hassan, de 28 años, no pudo evitar la caída de una competidora keniana y se fue al suelo, cayendo fuertemente sobre su hombro derecho. El tropiezo parecía dejarla fuera de competencia.
Clase 1993, Hassan emigró a Países Bajos en 2008 y se afincó como refugiada en Eindhoven. Su intención primaria era establecerse como enfermera, pero sus dotes para el atletismo le abrieron una gran puerta. A partir de 2013, ya con la nacionalidad, comenzó a participar de certámenes internacionales.
Claro que en dicho certamen no dio la ventaja de caerse y levantarse para inyectarle emoción a la puja y protagonizar una de las remontadas más impactantes de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Este mismo lunes, Hassan tiene previsto disputar la final de 5.000 metros para intentar lograr la conquista de un primer título olímpico. Más allá de la gloria que ofrezcan las preseas, las imágenes de su sprint, dejando el mensaje de nunca bajar los brazos, ya le permitió dejar un sello indeleble en la historia.