«Mis trabajos reflejan mi niñez»

  Mariano Luna (52), nacido en Buenos Aires, y adoptado en tierras riotercerenses se ha insertado en la vida cotidiana con su trabajo. Vive en la ciudad con su esposa y tres hijas.

Caricaturista, dibujante, coach ontológico y sobre todo practica la docencia gracias a sus múltiples conocimientos. Un hombre apasionado por sus dibujos. Algunos lo definen como un  adolescente cincuentón que dibuja su infancia.

En una entrevista imperdible donde la imaginación, la constancia y la búsqueda de superación es una constante de Luna.

¿Cuál es tu profesión?, ¿Es tu pasión o hay otra cosa que te apasiona más?

Creo que podría definir al Coaching como mi pasión y profesión. Puede decirse que ha venido a cerrar un círculo en mi vida. Ser Coach es una pasión que contiene y canaliza mis otras pasiones la de ayudar y que se ve reflejada en mi profesión de Bombero y la del dibujo en donde este dejó de ser solo un hecho artístico y se ha transformado en una herramienta sumamente poderosa de comunicación con la imagen como lenguaje universal.

 ¿Qué trabajo hiciste que te valió la consideración pública?

Sin duda tengo que decir que la serie animada Bomberitos 12-5 ha sido el trabajo del cual me siento más orgulloso.

No solo porque ha tenido una trascendencia importante a nivel nacional e internacional sino por la forma en que fue gestado y realizado. Todo se hizo con mucho esfuerzo, con los recursos que facilitó Bomberos Voluntarios de Río Tercero, apostando a algo atípico e inusual. Pero creo que justamente ese fue el tema. Hubo mucho amor y compromiso puesto en el proyecto no solo desde los que lo hicimos sino también desde la Institución misma, que apoyó el proyecto con la misma pasión que le pusimos al realizarlo.

Creo que más allá de los premios y reconocimientos, el valor verdadero de las cosas está en el corazón que se le ponga. Esto hizo que Bomberitos fuese para nosotros mucho más que un producto, se transformó en un momento memorable de nuestras vidas.

¿Tus dibujos reflejan tu niñez?

Indudablemente mis trabajos reflejan mi niñez, creo que eso pasa en mayor o menor medida con todos los artistas. Con la niñez tengo una conexión muy fuerte, es un tema recurrente en mis dibujos y mis escritos.

Ser bombero te hace entrar en contacto con realidades distintas en donde empezás a ver como los niños viven realidades que tienen una enorme distancia entre sí.

Por ejemplo, en «Héroes de Guerra» quise reflejar a desde el dibujo como era la niñez en campos de batalla a través de figuras icónica como los superhéroes. En «Guardapolvos Grises» sentí la necesidad de escribir sobre los niños en las diferentes realidades de sus primeros años de escuela… Y al final terminás dándote cuenta de que más allá de las diferentes realidades, los niños necesitan lo mismo, amor, contención, referentes… las mismas cosas que yo como todo niño hace más de 40 años, también necesitaba.

¿Das clases de Coaching Ilustrador? En qué consiste?

Bueno lo del Coach Ilustrador nace de esta amalgama de pasiones que forman mi perfil profesional de hoy en día y tuvo que ver con la búsqueda de un lenguaje propio con el cual pudiera hacerme entender lo mejor posible por el mayor número de personas. Creo que cuando podemos poner frente a nosotros nuestros problemas, nuestros miedos, nuestras angustias y por decirlo de alguna manera, «Verlos a los ojos» somos capaces de crear más fácilmente un plan de acción para poder vencerlos. En las sesiones con mis clientes los invito a dibujar lo que sienten. Juntamente con la ficha que llevo para cada uno, guardo los dibujos que después edito en un video que compartimos y vemos qué emociones le dispara.

En mi curso «Te enseño a dibujar tu historia» enseño no solamente las técnicas básicas del dibujo sino la forma de conectarse profundamente con las emociones a través de diversas herramientas que nos brinda el Coaching Ontológico para que los dibujos resultantes no sean solo gráficas sino un reflejo fiel del «Estar siendo» de cada uno ya sea que lo quieras mirar desde otro observador o lo quieras compartir con otras personas. Es una herramienta de comunicación muy útil también para docentes que trabajan con niños muy pequeños.

¿Qué nace primero el dibujo o el relato?

Depende, a veces la «inspiración», por ponerle un nombre, aparece en cualquier lado. Una melodía, una situación, una imagen, una línea de estilo.

Pero me parece más acertado decir que todo nace de una emoción, porque es esta la que nos moviliza a accionar siempre.

Las cosas que te nombré antes, son simples disparadores. Como coach y artista, creo firmemente en la emoción como fuerza motora y como generadora de sentimientos. Lo demás, no es esencial, es solo técnica.

¿Qué mensaje le darías a un alumno?

A un alumno lo primero que le diría es que el dibujo se hace con el corazón y que si logra estar conectado al 100% con sí mismo, va a ser capaz de crear dibujos maravillosos porque así como dicen en el teatro que «El texto es un pretexto» aquí también la técnica es una simple herramienta. Cuando lo que hacemos, nace de nuestro genuino «Estar siendo», de nuestras emociones y sentimientos, es lógico que sea maravilloso y único porque será un reflejo del ser humano único y maravilloso que somos.

¿Y aún profesor con 50 alumnos?

A un profesor con 50 o con 1 alumno le diría lo mismo: enseña, no demuestres lo que sabes.

La función del que enseña es acompañar al que aprende dando lo mejor de sí, es decir, compartiendo lo que sabe pero preocupándose de encontrar la mejor forma de que el conocimiento llegue a cada alumno, aunque tenga que que crear un método distinto para cada uno.

Esto es quizá, una de las muestras más hermosas del respeto por la otra persona porque el que quiere entender, antes necesita ser entendido.

Si no lo hacemos así la labor del docente corre el riesgo de reducirse a una simple fábrica de productos en serie. No olvidemos que el conocimiento es expansión, no puede estar contenido dentro de un molde común.