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DEPORTE / FÚTBOL / En un contexto inimaginable, el equipo se preparó más de un mes en Eslovenia, exilio mediante. Gales espera el domingo al ganador para definir el último clasificado europeo.
Cuando exactamente dos meses atrás se realizó el sorteo del Mundial de Fútbol a disputarse desde el 21 de noviembre próximo, había tres asteriscos, tres lugares que no estaban definidos.
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Y uno de los países que faltaba resolver era europeo. Se sabe que había razones de fuerza mayor: la invasión de Rusia a Ucrania. Los primeros fueron desclasificados y se quedaron sin posibilidad de disputar el Repechaje.
Pero la serie que involucra a los ucranianos fue reprogramada. Y se empieza a jugar este miércoles. Sí, un país en plena defensa y con territorios tomados debe jugar un partido.
El entrenador Oleksandr Petrakov salió de su país el 30 de abril junto aparte de su cuerpo técnico y cuatro futbolistas rumbo a Eslovenia. Allí, en el hotel Brdo realizó una preparación singular.
Los jugadores se fueron sumando el mes pasado al «exilio» con la idea de cumplir un objetivo que desde el propio presidente Volodímir Zelenski hasta los militares que el propio DT visitó en diferentes puestos en Kiev le pidieron: llegar a Qatar 2022, «para que vean que existimos».
En ese singular contexto diagraman de qué forma vencer a un oponente, deportivamente. Uno de los integrantes del cuerpo técnico tiene a su padre, residente en Mariupol, desaparecido.
Desde las 15:45 de nuestro país, Ucrania se mide en Glasgow ante Escocia. Luego, Gales espera el domingo al ganador para definir el pasaje.
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