PROVINCIA DE CÓRDOBA / POLÍTICA / En una elección muy reñida y sin cierre oficial por problemas con las cargas de los datos, el gobernador electo se adjudicó la victoria al hablar de «tendencia irreversible». Se despegó de la Justicia electoral y dijo que fueron los «más perjudicados».
Pasadas las 2 de la madrugada del lunes, finalmente en el búnker de Hacemos Unidos por Córdoba, los principales candidatos hablaron ante los militantes que esperaron durante horas en el lugar.
Primero Myrian Prunotto, Martín Llaryora después, hablaron en el escenario pese a que los resultados oficiales del escrutinio no se conocen por un problema con la carga de datos, que frenó el conteo cuando restan escrutarse el 10% de las mesas y la diferencia de votos entre Llaryora y Luis Juez es algo menor a tres puntos.
Sin esquivar el problema, pero despegándose de las responsabilidades “no es nuestra culpa”, dijo, el autoproclamado gobernador electo aseguró que pese a las demoras “la tendencia es irreversible” y que los más perjudicados son los cordobeses y “nosotros”, porque “nos merecemos festejar después de tanto esfuerzo”.
“Todo el mundo tiene las actas y todos sabemos que la tendencia es irreversible. Tenemos el conteo provisorio con más del 90% de los datos y con una diferencia a nuestro favor de más de 50 mil votos”, exclamó el hasta ahora intendente capitalino.
“Me da mucha pena porque a esta altura en una provincia con la tecnología como la que tenemos ya deberíamos tener el escrutinio terminado”, insistió Llaryora en abierto reclamo a la justicia electoral.
Borrón y cuenta nueva
Respecto de lo que será su Gobierno, el candidato oficialista agradeció a “todos los cordobeses” y a “todos los participantes d ella elección”, “a los que me votaron y a los que no”, dijo. En esa línea y abonando la idea de novedad pese a la continuidad del oficialismo desde hace 24 años en la provincia, aseguró que se viene “una nueva etapa”.
“Empieza una nueva era, somos una nueva generación, tenemos otra manera de hacer política, entendemos claramente que el signo de este tiempo no es el grito ni el odio, por eso no nos escucharon insultar ni agraviar durante la campaña”, amplió
Recambio generacional y apertura partidaria
Aún, con la frustración por las demoras en el escrutinio y las dudas sembradas por la oposición respecto del resultado electoral, Llaryora utilizó su discurso de madrugada para lanzar los lineamentos de su futura gestión.
“Tenemos que empezar a contar de cero, de nuevo, hoy no podemos decir que es un triunfo del Justicialismo, sino del ´Partido Cordobés´, por eso quiero agradecerle a mi compañera de fórmula Myrian Prunotto, la primera vicegobernadora radical de la provincia”.
En esa línea, prometió “abrir la coalición al diálogo con todos los sectores, ampliando los consensos. Le vamos a dar no una mano, sino las dos manos a todos lo que quieran trabajar con nosotros”, afirmó, previendo sumar más dirigentes de otros espacios.
Segundo tiempo. Finalmente, Llaryora utilizó el último tramo de su discurso para apuntalar la candidatura de Daniel Passerini a la intendencia capitalina para la elección del 23 de julio próximo.
“Les digo que este es un partido de dos tiempoS, nos han ayudado a ganar esta elección tan difícil. Nos ayudaron a ganar este primer tiempo, pero ahora hay que seguir apostando al cambio y el esfuerzo que estamos haciendo para transformar la capital”, cerró.
Ausencias notables
Pese a estar en el lugar ni el gobernador y precandidato presidencial, Juan Schiaretti ni su compañero de fórmula para las PASO, Florencio Randazzo se subieron al escenario a acompañar a Llaryora y el resto de los dirigentes.