EL MINISTRO DE FINANZAS ANUNCIÓ OPERACIONES POR UN TOTAL DE 13 MIL MILLONES DE DÓLARES HASTA EL JUEVES PRÓXIMO
Con colocaciones de bonos record mundial el año pasado y comenzado éste con una megaemisión, el ministro Luis Caputo afirmó que las críticas por el aumento de la deuda son “políticas”. Las tasas de interés que se pagan siguen siendo elevadas.
Un préstamo de corto plazo por 6000 millones de dólares con seis bancos extranjeros acordado ayer y la colocación de una serie de bonos en los mercados internacionales por otros 7000 millones de dólares el próximo jueves. Con esas operaciones de endeudamiento externo el Ministerio de Finanzas pretende comenzar a cubrir una porción de los 40.350 millones de dólares de financiamiento previstos para 2017. Artífice de la colocación de deuda externa más abultada para un país en desarrollo de los últimos veinte años, fueron más de 36 mil millones de dólares entre bonos y letras, el flamante ministro Luis Caputo considera que la combinación entre la profundización del proceso de desregulación financiera y la extensa colocación de deuda en el actual escenario de incertidumbre global no amplifica la vulnerabilidad externa de la economía local. “No hay ningún festival de deuda. Hablaron de un endeudamiento explosivo pero no hay riesgo de sustentabilidad y minimizamos las dificultades del refinanciamiento”, aseguró ayer el funcionario que el lunes iniciará una gira promocional de los nuevos bonos por Londres, Boston y Nueva York. La fecha prevista para la colocación en la que espera bajar las todavía elevadas tasas pagadas por el país, el 19 de enero, pretende eludir potenciales tensiones financieras por el ingreso de Donald Trump en la Casa Blanca.
Las autoridades del Ministerio de Finanzas anunciaron ayer un acuerdo con los bancos Santander, BBVA, Citi, Deutsche, HSBC y JP Morgan un crédito por 6000 millones de dólares. Los nuevos fondos ingresarán en las arcas públicas durante 18 meses. Como garantía el país les entregará títulos Bonar 2024 por un monto que todavía no fue determinado. La tasa de interés acordada, aseguraron en Finanzas, rondará el 3,8 por ciento anual. La letra chica del nuevo acuerdo todavía no se conoce.
“No es una operación que están ganando plata lo hacen por razones comerciales. Para nosotros disminuye la necesidad de salir al mercado este año y el costo del financiamiento”, consideró Caputo al referirse al impacto de la operación denominada Repo sobre las emisiones previstas para el próximo jueves. La primera salida al mercado estará compuesta por dos operaciones que serán canalizadas a través del mismo sexteto de bancos. La más relevante será en dólares bajo legislación extranjera para colocar hasta 5000 millones de dólares y otra en pesos en la plaza local por una suma equivalente a los 2000 millones de dólares. La intención oficial es lanzar títulos con plazos de 3 a 10 años y una tasa que no supere el 6 por ciento.
“La deuda con el sector privado y organismos internacionales es la más baja de la región, está lejísimos de cualquier número preocupante”, sostuvo Caputo durante una conversación con medios gráficos donde consideró que las tasas pagadas por el país continuarán bajando. “Si alguien quiere pegarnos pasa a ser un tema político. Este año el financiamiento no va ser el cuco”, indicó desde el Palacio de Hacienda. Concretadas esas operaciones por 13 mil millones de dólares (6 mil del crédito y 7 mil en títulos), el programa financiero deberá cubrir para el resto del año créditos con organismos internacionales entre los que no figura el FMI por 3850 millones de dólares, colocar bonos en pesos por otros 12.000 millones en el mercado local y emisiones en el internacional por otros 5000 millones y fondos de entidades públicas por 2000 millones.
Acompañado por parte de su equipo, Caputo estimó que, al finalizar el mandato del presidente Mauricio Macri, la deuda externa con acreedores privados y organismos multilaterales se ubicará alrededor del 40 por ciento del PIB, más del doble del ratio heredado del kirchnerismo. “Estamos lejísimos de cualquier número preocupante. Incluso en términos brutos. No lo va a ser mientras estemos acá”, insistió el funcionario.
En 2016 Argentina abandonó la lógica de desendeudamiento y se convirtió en el país en desarrollo que más se endeudó. El pago a los fondos buitre, el desmantelamiento de las regulaciones cambiarias, la liberalización financiera, el restablecimiento del vínculo con el FMI y el acercamiento con Estados Unidos son algunas de las iniciativas que aceitaron el regreso a los mercados.
Las colocaciones de bonos del sector público se elevaron a 29.493 millones de dólares y también de emitieron unos 7000 millones de dólares en Letras del Tesoro de corto plazo (Letes). Ninguna economía en desarrollo tomó el año pasado una cantidad tan significativa de deuda en las últimas dos décadas. A pesar de las habilidades exhibidas por el equipo de banqueros que desembarcó en el área financiera y las “atractivas” tasas de interés ofrecidas para lograr la reinserción plena del país en el mercado financiero internacional, los resultados macroeconómicos no fueron los esperados.