Unos 100 trabajadores de la empresa Atanor fueron despedidos por el cierre de las plantas químicas de las localidades de Baradero y Munro, en la provincia de Buenos Aires, como parte del proceso de reducción iniciado hace unos meses y alegando la necesidad de «concentrar» sus esfuerzos en las fábricas de San Nicolás, Pilar y Río Tercero, Córdoba.
Según difundieron los obreros en las redes sociales, se encontraron con el portón cerrado cuando fueron a trabajar hoy a las cuatro de la madrugada y los porteros del lugar les entregaron un papel en el que la compañía informaba que cesará su actividad productiva.
Aunque los trabajadores denunciaron públicamente que la decisión se tomó sin previo aviso, desde la compañía señalaron a este medio «que las plantas están cerradas definitivamente y que se enviaron los telegramas de despidos y se pagaron las indemnizaciones correspondientes».
Atanor informó a través de un comunicado que «continúa con su proyecto de inversiones» en el país destinadas a «promover sinergias que permitan seguir ofreciendo un servicio y productos de alta calidad a sus clientes» y «fortalecer año tras año el importante posicionamiento de la compañía en el mercado de protección de cultivos».
Este proceso incluye una inversión de USD 70 millones para los próximos cinco años con el objetivo de «incrementará su presencia en el mercado interno y externo de fitosanitarios en los segmentos de herbicidas, funguicidas e insecticidas, estimando lanzar más de 5 nuevos productos por año hasta el año 2021».
Atanor es una empresa con más de 75 años produciendo reconocidos fitosanitarios que contribuyeron al desarrollo de la agricultura argentina para los cultivos de soja, maíz, cereales y algodón, entre otros. Posee además plantas en Pilar, San Nicolás, Río Tercero, La Pampa y en Río de Janeiro, Brasil.