El famosos escenario de «esperar y ver» que los empresarios locales se adjudican cuando observan un panorama de incertidumbre en el corto plazo se aplica, casi a la perfección, en las expectativas futuras a la hora de contratar nuevo personal.
Tras la salida de la crisis internacional en 2009, a las empresas argentinas les cuesta salir de una tendencia que se afirma a la hora de hacer proyecciones: ocho de cada 10 empresas no prevé contratar empleados. Si bien no habrá destrucción de empleo, la incertidumbre será ley entre julio y septiembre, según la última Encuesta de Expectativas de la consultora privada Manpower, que hace un relevamiento entre 800 compañías de sectores como la construcción, la agricultura, el comercio y la industria, entre otros.
Para el tercer trimestre de 2017, la expectativa neta de empleo será positiva en un 7% interanual desestacionalizado, un porcentaje que no se vio en los últimos 12 meses. Pero una vez más la moderación manda. Mientras que un 11% de los encuestados anticipa un incremento en sus dotaciones y el 5% pronostica un descenso, el 76% de estas empresas privadas no espera ningún cambio en su plantilla. Y un 8% no sabe.
Más allá de estas proyecciones, los datos que el ministerio de Trabajo publica mes a mes dan cuenta de un aumento en la creación de empleo privado, que podría no coincidir del todo con lo que proyectan las compañías encuestadas en este caso.
Pero lo cierto es que tanto la construcción como el agro son los principales sectores que traccionan las previsiones. Según el informe al que accedió este medio, los empleadores de la construcción reportan la mejora más notoria con un aumento del 8% en la expectativa neta de empleo. Podestá aseguró que se da no sólo por la obra pública, sino también por la reforma de edificios y actividades vinculadas, que corresponden a los privados.
La construcción es una mejora de 8 puntos respecto del trimestre anterior y de 9 puntos del año pasado. Se incrementa por las perspectivas que generan la mano visible del Estado a través de la puesta en marcha de la obra pública pero también la reforma de edificios y actividades vinculadas del el sector privado.
El comercio mayorista es el que tracciona al rubro en general, y Podestá consideró que la expectativa podría mejorar hacia delante cuando se produzca «un aumento del consumo con paritarias actualizadas».
Por su parte, el sector de Transportes y Servicios Públicos reporta un declive de cinco puntos porcentuales.
El panorama general muestra a todas las empresas, pero cuando se pone la lupa por tamaño, las proyecciones de las grandes son las más optimistas. En este caso, el 66% de las compañías encuestadas con más de 250 empleados no hará cambios en su personal, pero dos de cada 10 prevén contratar nuevo personal entre julio y septiembre.
«Este comportamiento que hoy sucede en las grandes compañías debería replicarse en el próximo trimestre a las chicas y medianas. Es una visión de corto versus largo plazo», diferenció Podestá.
Fuente: Infobae