Llama la atención como los medios de comunicación del Grupo Clarín (Cablevisión, La Voz, Mitre, etc.) muestran una realidad que no es. Si la economía se enfría en términos de consumo no aparece en los principales portales. Muestran un éxito turístico bveraniego y la realidad y estadísticas propias muestran un escenario subrealista.
El ajuste una vez más, lo pagamos la clase media y baja. Este Gobierno se asemeja mucho al último de Cristina. La economía planteado en el 2017 y 2018 favorece a unos pocos. Los que trabajan con la rentabilidad financiera las ganancias son abismales.
El impacto de todos estos aumentos va directamente al índice de inflación, pero también hay un derrame al resto de los precios (alimentos, bebidas e indumentaria), como demostró el salto de la inflación «núcleo» en diciembre hasta 1,7%.
Sólo los empleados que tienen mayores ingresos tendrán un alivio en el arranque del año, ya que al subir 29% el mínimo no imponible de Ganancias, muchos dejarán de pagar o tendrán una deducción menor a partir de este mes. Se trata, sin embargo, del 15% que más gana dentro de la pirámide salarial. Los jubilados y los beneficiarios de planes sociales, en cambio, tendrán en este arranque del año un incremento menor a la inflación por el cambio de cálculo incluído en la reforma previsional.
La suerte del consumo se definirá, finalmente, en las próximas paritarias. El Gobierno quiere imponer el 15% pero sin cláusula gatillo, una pretensión que hoy luce desubicada teniendo en cuenta el salto de la inflación a fin de año y la proyección para el 2018. Pero mientras comienza a jugarse ese partido, los «precios nuevos» les ganarán a los «salarios viejos» por goleada. Y eso significará un nuevo enfriamiento del consumo, que posiblemente empezará a notarse con más fuerza luego de las vacaciones.