El Pontífice pidió una Iglesia «humilde» en día dedicado a refugiados e inmigrantes
El papa Francisco pidió este lunes, en la homilía de su primera misa del año 2018 en la basílica de San Pedro, que la Iglesia sea “humilde, pobre de cosas y rica de amor” e instó a los cristianos a “comenzar desde el centro”.
El Pontífice celebró la primera eucaristía del año en la basílica vaticana el día en el que la Iglesia celebra la 51º Jornada Mundial de la Paz, y criticó a quienes fomentan el miedo a los inmigrantes.
En este mensaje, que el Vaticano difundió con antelación el pasado noviembre, el Papa se mostró contrario a quienes incitan al miedo a los inmigrantes a veces con fines políticos, porque crean sólo racismo y violencia.
“Los que fomentan el miedo hacia los inmigrantes, en ocasiones con fines políticos, en lugar de construir la paz siembran violencia, discriminación racial y xenofobia, que son fuente de gran preocupación para quienes se toman en serio la protección de cada ser humano”, escribió el pontífice.
En su mensaje de la Jornada de la Paz, que este año tiene el título de “Inmigrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz”, Jorge Bergoglio advirtió que “las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro“.
En su homilía en la basílica de San Pedro, dedicada a la Virgen María, Francisco pidió a los fieles que “dejen los fardos del pasado” y empiecen “de nuevo desde lo que importa”, e insistió en que Dios quiere que la Iglesia sea como la Virgen, “madre tierna”.
La celebración eucarística en el Vaticano estuvo dedicada a la “solemnidad de María Santísima Madre de Dios” y el Papa afirmó que la devoción a María “no es una cortesía espiritual, es una exigencia de la vida cristiana”.
“El don de la Madre, el don de toda madre y de toda mujer es muy valioso para la Iglesia, que es madre y mujer”, concluyó.