Luciano Camandone (37), es uno de los periodistas más conocidos en la ciudad de Río Tercero. Desde su lugar en la radio con su programa Desayuno con Noticias, ha logrado tener popularidad gracias a su estilo práctico, informal, joven y con el tratamiento de la noticia de la mayoría de los temas menores y los de mayor repercusión. Su apego a su pensamiento radical lo llevó a estar dentro de la gestión de Alberto Martino.
Luciano tiene una familia conformada por gente trabajadora y de alta exposición en los medios y participe de la vida política y social de la ciudad. Hijo de la reconocida Coca Becil y del actual jefe comunal de Calmayo, Luis Camandone. Sus hermanos; el abogado y político justicialista Yamil. Y Alejandro reconocido oftalmólogo.
Después de renunciar en el puesto de Secretario de Comunicación de la Municipalidad, el periodista vuelve a su lugar en el mundo: la radio. Estará con el clásico Desayuno con Noticias, de lunes a viernes de 8 a 12 por la 106,9 en FM.
¿La frase vuelve el perro arrepentido en tu muro de Facebook, es literal? . Todo lo contrario no tengo arrepentimiento, me podría haber quedado en otro lugar, pero decidí no hacerlo por cuestiones personales y funcionales a la gestión. Lo que yo podría aportar dentro de ese contexto no me sentía ni cómodo ni tampoco podría haber funcionado con mi pensamiento.
No es literal, insisto vuelvo a la radio feliz y convencido. Y creo haber cumplido gran parte de la tarea de comunicación en el municipio, con el gran equipo que me acompañó.
En perspectiva, ¿pensaste que podrías aportar y cambiar algo de la gestión?. Hemos aportado mucho dentro de la gestión. Sobre todo en el mensaje, con empatía se comunicaba la gestión – cosa que yo lo veía muy crítico de afuera- y supimos dar una impronta y un estilo diferente, más empática, emotiva, clara, directa y sobre todo lo que el vecino quiere saber y/o escuchar.
Lo primero que hay que tener a la hora de comunicar es intentar que el otro (vecino) incorpore e interprete y sepa lo que vos estás haciendo. Es básico en la comunicación institucional.
Incorporamos inauguraciones. Que el vecino sea parte de esa obra y que pudiera conectarse con la obra. Un municipio que estuviera en las calles, que sea parte de los vecinos era el mensaje que pretendíamos.
En el discurso político, tuvimos inconvenientes, porque no todos somos iguales. No todos tenemos el mismo carisma. Trasladar lo que uno quiere y decir a quien lo tiene que decir es una materia bastante difícil. Y es el punto que no pudimos desarrollar.
El pensamiento de colegas periodistas, es sobre la incompatibilidad del periodismo con la gestión, basado en esta historia del cuarto poder, el equilibrio, etc. Es incompatible el periodismo con una gestión, por eso yo dejé el cargo en la radio. En el mismo momento que decidí asumir como Secretario de Comunicación en la Municipalidad, no sólo deje la tarea periodística – en mi mejor momento- sino además delegue la tarea administrativa y comercial con la correspondiente cesión de fondo comercial.
Creo que al cuarto poder, en Río Tercero y en particular algunas personas que practicamos el periodismo, desde hace ya diez años hemos roto un paradigma, y estamos sentados en la mesa de discusión (de poder bien entendido) de los temas de la ciudad. Los medios de comunicación de Río Tercero tienen penetración, influencia y actúan sobre lo que dicen y hacen sobre lo público.
Los empresarios, instituciones, vecinos, políticos quieren saber qué piensan los medios de comunicación. Y eso es bueno.
Mientras vos digas la verdad, podes decir efectivamente lo que se te cante, la verdad es la profesión. El periodista es mentira que debe ser crítico, también es mentira que deba ser militante o chupamedia. El periodista debe ser honesto intelectualmente, tanto para criticar como para elogiar. De la misma manera cuando aprendamos que una verdad linda es igual a una verdad fea ahí vamos a aprender el sentido del periodismo, que son bases de la profesión: honestidad intelectual.
Por eso no nos debe titubear al decir o escribir sobre algo que no nos gusta de una institución, empresas o gestión municipal. Este trabajo va a la hora de elogiar también.
No quiere caer en la pregunta obvia, ¿quién no te traicionó en la función?, ¿qué funcionario tendrías que destacar?. Principalmente no me traicioné yo, eso es lo más importante, por eso no me siento traicionado. Sólo digo que en algunos hubo malas interpretaciones, malas acciones, fundadas en el desconocimiento. Pude poner en valor mi trabajo; mi educación, mis principios, no traicionarme ni con lo que pienso ni con lo que quiero.
¿Cómo sería el nuevo programa de radio a partir del 4 de junio?. El nuevo programa de radio tiene su forma de trabajo. Llevamos adelante los temas de una manera horizontal con el vecino. El oyente tiene la misma posibilidad de decir y hablar a través del teléfono. Somos un programa improlijo. El oyente no sabe con qué se va a encontrar y esa duda es la que despierta las ganas de escucharnos. Y principalmente el vecino sabe que la radio está en todos lados. En los temas grandes y en los pequeños. En temas que para algunos puedan ser triviales para otros no. Hay una cobertura informativa y una agenda amplia.
Somos una radio que hemos hecho, cosas importantes. A temas solidarios, campañas, nosotros logramos en pocas horas, el aporte. Eso nos ha dado un sello.
Vamos a sumar un servicio extra; para que la gente nos pueda escuchar o ver. Estaremos en vivo en los canales de YouTube, Facebook e Instagram. Con tres cámaras, streaming con alta calidad. Además de salir por televisión. La página de Facebook con más de 20 mil seguidores más la radio tenemos una herramientas de jerarquía, con alto impacto.
¿Cómo tomó Coca esto que te pasó?. Mi mamá esto lo toma de una forma muy tranquila, así como le dije que me iba de la radio, le dije que me iba del municipio. Ella respeta las decisiones mías y de todos sus hijos. Le hablé que me iba del municipio, mientras disfrutamos un café al paso. Y ella con su tranquilidad me dijo: si te sentís bien te felicito.
Como ella dice, por algo paso, y hay que buscarle el punto positivo y que todo puede ser un trampolín para seguir creciendo y aprendiendo.