El Ojo Web Información periodística de Río Tercero y la región
El fin de semana, cuando la calma del atardecer se hizo sentir, en mi propiedad al sur de la ciudad de Río Tercero. sobrevolaba sobre varias propiedades, dos drones, por más de una hora. Claro, que la primera reacción fue de asombro a ver los pequeños helicópteros que sobrevolaban como si fueran pequeñas palomas, disfrutando el aire del ocaso de una hermosa tarde.
DUDAS E INDIGNACIÓN. Cuando uno construye una propiedad, piensa en diferentes medidas de seguridad; en cercarla al frente y/o la construcción de tapias. Una de las formas de sentirse un poco más seguro a la hora de proteger el espacio íntimo, privad. Agregando en muchos casos perros guardianes. Siempre buscando la protección terrestre, por decirlo de un modo,
Pero, las autoridades policiales, funcionarios de en seguridad pública, concejales no tiene en cuenta que el ataque a la privacidad no está en saltar y/o violar propiedades por vía terrestre, sino además por el aire. Adelantarse a los problemas, es uno de los reclamos más populares de la sociedad. Y el control aéreo sobre los espacios privados es uno de ellos. ¿O le gustaría que usted que a usted (lector) lo miraran dentro de su casa?. La respuesta obvia, es no.
No sólo sobre voló más de una hora por distintas propiedades, además después de un recorrido los dos drones eran comandados por gente desconocida a unos 250 metros de mi propiedad. ¿Con qué derecho miran desde el aire propiedades privadas ¿ Para robar? ¿Para saber qué clase de seguridad se tiene en el patio trasero de nuestras casas? o ¿para encontrar situaciones privadas?.
Los drones pueden filmar, sacar fotos a 150 metros de altura y brindar localización. Todo esto en tiempo real.
Muchas más cuestiones negativas sin sentido, y no encuentro motivo alguno para que arriba de propiedades vuelen los drones. Sólo el hecho de que su “juguetito” tenga una finalidad con intenciones poco amigables o de diversión.
¿ Quién controla el espacio aéreo de nuestros casas? . No hay legislación alguna sobre el tema. Cómo referencia el Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén intentó regular el uso de drones. Pero no prosperó ya que los usuarios demostraron que la regulación del uso corresponde a la Asociación Nacional de Aviación Civil. La cuál es muy estricta.
PALABRA OFICIAL. Si bien no existe un número exacto de la cantidad de aeronaves no tripuladas que vuelan los cielos argentinos, Martín Martín, director del Centro de Instrucción Aeronáutica Civil Informática Vip, tiene certificados unos 2600: se trata de aquellos equipos a los que les han prestado algún tipo de servicio técnico, usualmente por un golpe o caída producto de un error humano.
El centro de instrucción de pilotos de drones que dirige es el único del país certificado por la ANAC, y tiene unos 150 alumnos por mes.
Si bien son muchos los que se acercan por motivos «recreativos», también existen otros que se acercan con fines más específicos: por ejemplo, Martín explica que las empresas telefónicas los utilizan para poder revisar sus antenas, y que la posibilidad de añadir sensores o cambiar la cámara por una térmica o multiespectral o un scanner hace que se los utilice también para el análisis de suelos, seguridad perimetral o seguimiento de ganado, entre otras muchas y varias posibilidades.
Según su estimación, en Argentina hay 6000 drones, aunque fuentes del sector aeronáutico admitieron que el número podría incluso llegar a los 10.000.
