POR FABRICIO FAVOT / DEPORTE / POLÍTICA / La mujer es delegada provincial del Consejo Argentino de Deporte Social. Además, es miembro del Foro Argentino de la Mujer en el Deporte. En la nota, los detalles.
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En el 2020 la Confederación Argentina de Deportes, institución que está próxima a cumplir cien años, creó el Consejo Argentino de Deporte Social, área que depende de la confederación.
En ese contexto, se buscaron delegados de cada provincia, con el fin de diagramar una estructura provincial con el deporte social. “Me buscan como delegada provincial de Córdoba Del Concejo Argentino de Deporte Social y cuando se renueva la comisión del Foro Argentino de la Mujer en el Deporte, me eligen para formar parte de esa nueva comisión directiva representando al deporte social”, cuenta Garello al comienzo de la charla.
El FAMUD es una institución a nivel nacional integrada por mujeres. Está presidido por la Diputada Nacional Magdalena Sierra, la vicepresidente Andrea Lescano, madre de Micaela García y se completa con mujeres de distintos puntos del país.
En ese sentido, Garello cuenta: “Somos todas mujeres que cumplimos un rol en el área que nos toque, de toma de decisiones, de poder llevar esta bandera de la incorporación de la mujer, no únicamente dentro de la cancha o participando de un equipo, sino también en los lugares de decisiones”.
En las estructuras más grandes, que no se visualizan en los clubes de la región por su dimensión, es mayor la lucha de la mujer para poder hacerse un espacio ya que es un ámbito que está muy relacionado a la función del hombre. Ante ese desafío, Marina sostiene que “el objetivo es lograr la igualdad o está paridad de género que no es solamente femenino, sino también de disidencias, dentro de los espacios deportivos”.
A pasos lentos pero firmes, y en base a una gran lucha y a un ejemplo de organización, las mujeres han logrado avances en materia de derechos y algunas mejoras en lo que refiere a sus condiciones de vida. Asimismo, las diferencias siguen siendo considerables con respecto a algunos deportes.
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“En un puesto en una comisión directiva es normal que el hombre arme una lista para una elección dentro de una institución deportiva, mientras que la mujer tiene que demostrar que es capaz y que tiene un carácter donde va a poder desarrollar bien esa actividad. Eso es una clara demostración de que no estamos en igualdad de condiciones o que creen que no estamos en igualdad de condiciones”, ejemplifica Garello.
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Además, agrega que “las mujeres muchas veces incorporamos esas situaciones como normales” para evitar la confrontación, por no estar cuestionando, cuando realmente es lo que corresponde, y porque “tenemos una igualdad de condiciones de poder llevar a cabo actividades y ser dirigentes o estar en lugares de decisión”.
El fútbol es una de las actividades deportivas que más diferencia hace en cuanto al género. Esas diferencias se ven reflejadas, por ejemplo, en los sueldos que perciben según el sexo.
En un informe publicado en febrero de este año por La Nación se detalla que las mujeres perciben montos que llegan a ser hasta un 85% inferiores a los que reciben los hombres.
Garello afirma que “en el fútbol femenino las jugadoras nunca van a ganar lo que gana un jugador de primera”, pero gracias a la lucha constante de organizarse la mujer se fue incorporando. “Creo que hemos dado un giro nosotras mismas en organizarnos para la lucha y eso es muy bueno”.
En 2018 Lucía Barbuto asumió como presidente del Club Atlético Banfield y la noticia tuvo una gran repercusión a nivel nacional en los medios de comunicación. Si bien no fue la primera mujer (Natividad Gallego de Marcovecchio, Edith Pecorelli, Gladys Ruifernández son algunas de las que ocuparon el cargo) mucho se habló de Barbuto.
En tal sentido, Garello se refirió al tema y expresó: “Tiene dos enfoques y refleja lo que como sociedad tenemos que incorporar. No lo tenemos que dejar pasar por alto porque es algo trascendental, pero a su vez si un hombre es presidente de un club se habla de él porque quizás hubo una interna política deportiva con otra lista o porque va a incorporar a tal jugador y trasciende por eso. Lo de la mujer trasciende porque es algo que no se ve habitualmente y llama la atención cuando no debería ser así. Nos muestra a las claras el camino como sociedad que tenemos por recorrer, no únicamente las mujeres sino el hombre también”.
No obstante, la dirigente riotercerense hizo hincapié en la importancia de poder ocupar un cargo y puntualizó: “Sí o sí tenemos que abrir el juego a estos espacios porque si nosotros que tenemos un poco de decisión no lo hacemos, el lado social al que nos referimos cuando hablamos de las instituciones lo estamos perdiendo”.
Además de la lucha a la que hace mención anteriormente lo importante “es trabajar a conciencia y transmitir esto en valores para las generaciones que vienen”, que una nena o varón puedan hacer un deporte, ya que es un derecho y “la sexualidad pasa por otro lado”.
Sobre el desembarco de la Ley Micaela en la LRRF. La provincia de Córdoba fue quien impulsó el proyecto para que se aplique la Ley Micaela en el deporte. Una vez aprobada, La Liga Regional Riotercerense de Fútbol adhirió a la legislación que establece la capacitación obligatoria en género y violencia contra las mujeres para autoridades y personal de las entidades deportivas de la provincia.
Garello hizo referencia al desembarco en la Liga y destacó su importancia. “Me parece bárbaro. La Liga Riotercerense fue la primera que pide que se empiece a tratar desde este espacio. Poder capacitarse desde la Liga está genial porque partimos de una palabra que es justamente eso, estar capacitado. Agregó que desde la Fundación Micaela se pregona no solo instalar capacitaciones en cuanto a violencia de género, “sino también levantar la bandera de micaela que está basado en un trabajo solidario que ella hacía”.
Sobre el cierre de la nota, la riotercerense recalcó la importancia de acompañar esta iniciativa y la conformación de un departamento de género en las distintas entidades deportivas.
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“Es importantísimo que las instituciones deportivas tengan su departamento de género, como así también que estemos capacitados para poder tratar un tema, no únicamente de violencia de genero explicita, sino un problema de discriminación, de no inclusión y todo lo que pueda generar una situación violenta, sea en un niño, en niña y que puede venir de un dirigente, del técnico o de la técnica. Siempre vamos a estar del lado de la víctima”.
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