POR DARÍO COMBA / RÍO TERCERO DE AYER Y DE HOY /
Ni lerdo ni perezoso, cuando Don Modesto presenta los planos para el pueblo que quería fundar, gestiona también los permisos para la creación de una escuela.
En él, mientras tanto, convoca a venir hacía acá, a Angélica Prado y en 1915 en un salón/aula muy pequeño alquilado a un señor de apellido Torrado, comienza su tarea educativa en nuestra ciudad.
PUBLICIDAD
Después de alquilar dos salones un poquito más grandes, ya que aumentaba la cantidad de alumnos, (la cosa venía en serio) en 1925 se concreta el sueño de la escuela con sede propia. La Fiscal, hoy Modesto Acuña emplazada en tierras donadas por Modesto, dónde aún hoy funciona.
Allí, Angélica fue maestra y directora. Una verdadera pionera tal vez no valorada en su real magnitud.