VIAJERO DEL OJO WEB / POR MARTÍN MASITTI / DÍA 19 / Me levanté algo cansado, pero me recuperé con una ducha caliente en la estación de servicio. Hacía varios días que no pasaba una noche en mi casita, así que fue necesario acomodarla un poco.
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Hoy era el día de caminar hacia laguna submarino. Me encontré con el grupo frente al complejo Tierra Mayor y comenzamos la caminata por el bosque.
Subimos un par de horas hasta la Cascada Submarino donde los chicos cocinaron unas hamburguesas. Ni lerdos ni perezosos, comimos al pie del salto de agua, al punto que llegaba a rociarnos el cuerpo algunas gotas traídas por el viento.
Después de una siesta reparadora en la hamaca colgada en los árboles frente a la cascada, seguimos trepando por los escalones de raíces hasta llegar a una playa de arena en la costa de la laguna.
Metimos los pies un rato para refrescarnos (se imaginan que después de meter los pies en los témpanos el día anterior, una laguna de altura ya no era para nada fría). Bajamos en dos horas y medias, pero el tiempo se pasó volando.
En la noche fuimos a cenar con el grupo de fotógrafos a un restorán frente al canal. Después de contarles lo que me había sucedido, Gastón se ofreció a brindarme alojamiento y aproveché su hospitalidad, ya que al día siguiente tenía que editar todo el material que había capturado.