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DEPORTES / FÚTBOL / La joven tiene 15 años, nació en Buenos Aires, se instaló en Río Tercero y se formó en las canchas de los barrios de la ciudad. Su historia.
“Estoy enfocada en jugar y dar el cien por ciento en todos los partidos. Uno de mis sueños es llegar a primera acá en Vélez y si se me da, la selección”. La frase pertenece a Tatiana Sarmiento, una riotercerense por adopción que va por el sueño de jugar en el más alto nivel.
Tatiana tiene 15 años, juega de mediocampista central, y si bien nació en Buenos Aires, sus años de residencia en la ciudad permiten afirmar que es una riotercerense más. A sus cinco años armó las valijas junto a su familia y aterrizó en Río Tercero. Allí, en la ciudad Capital Nacional del Deportista es donde empieza su formación futbolística.
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“Empecé con mi papá que trabajaba en las escuelas de barrio Algarrobo y Mitre y después seguí en Sarmiento”.
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Tras un largo tiempo de acompañar a su padre en las canchas barriales, Tatiana entendió que tenía que apostar por una formación superior y un entrenamiento disciplinado. Por eso, recaló en Deportivo Independiente.
Allí, donde el proyecto de fútbol femenino ya lleva dos años, continuó su perfeccionamiento que la llevaron a una prueba en Talleres. En el club capitalino obtuvo una de las primeras satisfacciones: tras varios entrenamientos, le comunicaron que quedó seleccionada para defender la camiseta albiazul.
Pero la carga horaria escolar y cuestiones económicas ponían en jaque el sueño de Tatiana, que estaba segura de que iba a tener revancha. Y la revancha llegó a principios de 2021, pandemia mediante, Sarmiento consiguió una prueba en Vélez. “Hace tres meses se me dio la oportunidad de ir a Vélez a probarme por intermedio de Norberto Mena » (NdeR: ex jugador profesional y DT con pasado en varios clubes de la LRRF, hoy en Brasil).
Tatiana volvió a sus raíces. Se instaló en Buenos Aires durante una semana para realizar todas las pruebas. Su desempeño fue el esperado y llegó la gran noticia: Sarmiento quedó seleccionada y ya defiende los colores de la entidad de Liniers. Además, ya disputó varios partidos con la reserva de Vélez, en los cuales siempre formó parte del once inicial.
“Ahora vivo en Buenos Aires, en la casa de mis tíos. Actualmente estoy en Río Tercero por dos semanas porque hace mucho no venía”, contó. Pese a estar en la ciudad por varios días, la joven futbolista realiza los entrenamientos, guiados por su entrenador de Vélez, para no perder el ritmo de cara a lo que viene.
Un gran salto
Está de más decir que el nivel de exigencia de un club que compite a nivel profesional y el cambio que significa el alto rendimiento, puede llevar un período de adaptación. Así lo cuenta ella: “No estaba acostumbrada porque acá se juega a otro nivel. El tiempo y la exigencia que hay es otra. Estamos entrenando tres días por semana por las restricciones, pero si no sería 4 veces y partido los fines de semanas”, detalló la joven.
Tatiana se define como una chica “muy tímida”, pero rescató que producto del buen trato de sus pares y los técnicos de Vélez, ya se adaptó al grupo.
El nivel en Río Tercero
Con la puesta en marcha de la liga femenina en Río Tercero, el fútbol se abre espacio en la ciudad y se van sumando nuevas jugadoras que aspiran a cumplir su sueño. “Hay muchísimas pibas que pueden llegar, el tema también está en cada uno querer dar ese paso”, sentenció.
Sobre el cierre, Sarmiento contó que prefirió mantener el hermetismo hasta confirmar lo que ella anhelaba. Cuando recibió la gran noticia, el primer contacto que tomó fue con Visibles Río Tercero, Asociación Civil de la ciudad, que apoyó la historia de la joven.