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INTERNACIONAL /Mientras Moscú aumenta el despliegue militar en el este y el sur, Kiev no descarta una posible invasión desde la frontera norte con Bielorrusia, aliado del Kremlin.
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Pese a que presenta ciertas dificultades a la hora de planear una invasión, ya que se trata de una zona pantanosa y densamente boscosa, Ucrania no descarta que Vladimir Putin decida tomar ese peligroso camino hasta la capital. Llegado ese caso, Chernobyl y su enorme zona de exclusión podría convertirse en un escenario de guerra.
La distancia entre ese territorio y la frontera con Bielorrusia, aliado de Moscú, es de apenas 17 kilómetros.
En esa extensión hay ciertas zonas rojas en las cuales prácticamente no hay movimiento por su alta contaminación. Una de ellas se ubica cerca de la base, en la orilla del río Prypiat. Otra zona indefendible desde el terreno es el impenetrable bosque rojo, que está a apenas 500 metros del reactor 4 de la vieja central nuclear. Hoy en día es una de las zonas más contaminadas del mundo, con una radiación 30 veces superior a la provocada por la exposición de la bomba atómica de Hiroshima.
Esta potencial amenaza rusa hace que Ucrania se vea obligada a desplegar miles de militares para custodiar la zona. “No importa si está contaminado o si nadie vive aquí. Es nuestro territorio, nuestro país, y debemos defenderlo”, manifestó a The New York Times el teniente coronel Yuri Shakhraichuk, del servicio de guardia de fronteras ucraniano.
El militar reconoció que los uniformados desplegados en esa región no alcanzarían para evitar una invasión rusa, pero indicó que patrullan la zona para detectar señales de advertencia y transmitirlas a las agencias de inteligencia: “Recogemos información sobre la situación a lo largo de la frontera”.
El gobierno de Volodimir Zelenski respondió desplegando 7.500 guardias adicionales en la zona fronteriza. Shakhraichuk no dio detalles de cuántos fueron movilizados a Chernobyl, pero los temores sobre una posible incursión rusa desde Bielorrusia van en aumento.