POLÍTICA / NOTA DE OPINIÓN / POR RICARDO CARRANZA, DNI 29.093.881 / En los últimos días, los militantes peronistas en particular, y los vecinos en general, nos enteramos a través de los medios de comunicación, que la unidad de todos los sectores del justicialismo local estaba prácticamente cerrada y que, por fin, luego de años de desencuentros, una mesa de conducción política a la altura de los principios y valores de nuestro partido iba a ser materializada en una lista de consenso en las elecciones internas del 27 de marzo.
Sin embargo, a contramano de lo mencionado, no pasó demasiado tiempo para que varios dirigentes muy relevantes de la ciudad, con representación política, institucional y sobre todo una militancia reconocida y frondosa, levantaran la mano informando que no habían sido convocados a la mencionada mesa y que por ende no eran parte de esa “unidad” informada con bombos y platillos.
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En este punto el autor de este artículo se pregunta cómo se están llevando adelante las negociaciones para conformar el espacio de unidad, ya de acuerdo a lo informado por ellos mismos, hay varios sectores que no fueron convocados y otra vez, estamos al borde de caer en la trampa de mirarnos nuestro propio ombligo, sin tener una visión amplia, inclusiva y generosa que permita la incorporación a nuestro partido justicialista de actores que le permitan tener una visión moderna, dinámica y a la altura de las complejas exigencias de la sociedad para los partidos políticos.
Desde mi humilde lugar de militante político, espero que podamos encontrar espacios de verdadera unidad partidaria, que nuestro espacio político común se transforme en el lugar de comunión de los sectores peronistas de la ciudad, y que se amplíe la base de representatividad de la conducción dejando lugar a los jóvenes y nuevos actores que traigan un aire fresco y renovador a la estructura partidaria.
Sin dudas el peronismo, en los últimos años ha estado muy convulsionado, y como dice el refrán “a río revuelto, ganancia de pescadores”, solo esperemos que, por esta vez, las cañas sean compartidas por todos y no queden siempre en las mismas manos.