NOTA DE OPINIÓN / GABRIEL DAPARTE / TRIBUNO DE CUENTAS (UCR) / Hoy nos despertamos nuevamente con marchas en todo el país, incluso en nuestra ciudad. La verdad, sin distinguir que es lo que se reclama ni a quien, porque en realidad la población tiene una mezcla de tristeza, desesperanza, impotencia y resignación por no poder lograr al menos tener lo básico: un trabajo digno, un plato de comida en la mesa, educación, salud, seguridad, etc.
Hoy tenemos un país, en el que las empresas tienen limitadas las importaciones y por lógica la producción y creación de puestos de trabajo, pero tampoco se puede exportar libremente por retenciones e impuestos disparatados. La pregunta es, ¿cuánta paciencia queda en el fondo de la lata?? Espero y ruego que mucha porque todavía está lejos la luz al final del túnel.