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RÍO TERCERO / JUDICIALES / NOTA DE OPINIÓN / Por Laura Quiroga/ Poco a poco las cosas van cambiando, por fin un Fiscal de Río Tercero interpreta la ley de manera coherente e independiente sin dejarse llevar por el actuar erróneo de sus colegas.
No hace falta ser abogado para entender la diferencia entre dolo y culpa: «En derecho penal el dolo eventual se podría definir (con un lenguaje no técnico) como aquella persona que aun sabiendo el resultado y el daño que puede provocar una determinada acción, continúa haciéndolo y no descarta el resultado que puede llegar a ocurrir».
En los siniestros viales hay muchos casos en que las evidencias son lo suficientemente claras y ahí es cuando uno no llega a entender que detiene a jueces y fiscales para no aplicar las leyes.
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Obviamente, mi ejemplo más claro y doloroso: es el de mi hijo Aukha, en el que las pruebas fueron contundentes:
- Alcoholemia positiva (0,20 sin que exista registro de hora, lugar ni profesional que hizo la prueba)
- Exceso de velocidad
- Contramano
- Video del auto zigzagueando en Monte Ralo
- Mensajes pidiendo a Vidaurre que no maneje por su estado de ebriedad
- Testimonio de testigos
Con todo esto, la justicia decidió no dar lugar al cambio de carátula. Por eso me parece sumamente importante destacar que hoy el Fiscal Carballo haya decidido caratular cómo dolo el caso de Gino, dónde es claro el desprecio por la vida demostrado por Restivo. Después de tantos años de condenas irrisorias, estoy convencida de que el cambio solo es posible si las condenas son acordes.
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