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INTERNACIONAL / El portavoz del ejército lo anunció tras un fin de año sin tregua para los ataques.
Israel alertó ayer, primer día del año, que la guerra contra el radicalismo palestino continuará “a lo largo” de 2024, después de una víspera de Año Nuevo marcada por incesantes ataques a la Franja de Gaza y lanzamientos de cohetes contra Tel Aviv. El portavoz del ejército, Daniel Hagari, anunció en las últimas horas a las tropas que algunos reservistas harían una pausa para prepararse para “combates prolongados”: el ejército “debe planificar con anticipación, ya que se nos pedirá que realicemos tareas y combates adicionales a lo largo de este año”, señaló.
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Las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza dejaron hasta el momento 21.978 muertos, la mayoría mujeres, niños y adolescentes, desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, según las cifras publicadas hoy por voceros palestinos en el enclave. Estas operaciones se lanzaron en represalia por un ataque de escala sin precedentes de milicianos, en el que unas 1.200 personas murieron y alrededor de 240 fueron secuestradas, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina.
Un corresponsal de la agencia de noticias AFP reportó disparos de artillería y ataques aéreos contra las ciudades de Rafah, en la frontera con Egipto, y Khan Yunis, también en el sur del enclave, durante la víspera de Año Nuevo. Al menos 156 personas fallecieron y 246 más resultaron heridas en las últimas 24 horas; en tanto, en Tel Aviv y varias partes de Israel las sirenas de alerta sonaron al comenzar 2024: los sistemas de defensa interceptaron cohetes en el cielo, llevando a algunas de las personas que estaban celebrando el inicio del año a correr en busca de protección. Según la prensa, unos 20 cohetes fueron lanzados desde la Franja de Gaza: algunos de ellos cayeron en áreas no habitadas y otros fueron interceptados por el sistema Cúpula de Hierro, sin causar heridos ni daños materiales.
Las brigadas Ezzedin Al Qasam, brazo armado de Hamas, reivindicaron el ataque con cohetes M90 efectuado en “respuesta a la masacre de civiles”. El Ejército israelí afirmó, por otro lado, que desmanteló una célula del movimiento chiita libanés Hezbollah que se disponía a lanzar aviones no tripulados contra el norte del país. “Un avión de la Fuerza Aérea atacó a la célula antes de que pudiera llevar a cabo el lanzamiento, y destruyó el avión que estaban utilizando”, indicó el Ejército. También anunció la muerte de un comandante de la fuerza de élite de Hamas, la división Nujba, durante un ataque aéreo nocturno en el centro de la Franja de Gaza. El comandante fue identificado como Adel Msama e Israel lo considera el líder del ataque del 7 de octubre contra el kibutz de Kisufim.
El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, pidió que los colonos judíos regresen a Gaza tras la guerra en curso y que se “anime” a la población palestina a emigrar. “Promover una solución que fomente la emigración de los habitantes de Gaza es necesario. Es una solución correcta, justa, moral y humana”, dijo Ben Gvir en una reunión del partido, según comentarios que él mismo compartió en las redes sociales. “Hago un llamamiento al Primer Ministro y al ministro de Relaciones Exteriores, esta es una oportunidad para desarrollar un proyecto que fomente la emigración de los habitantes de Gaza a otros países del mundo”, añadió el líder del partido de extrema derecha Fuerza Judía. Otro representante de la extrema derecha en el gobierno del premier Benjamín Netanyahu, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, también abogó ayer por el regreso de los colonos judíos a Gaza y la emigración de su población palestina.
Además de la Franja de Gaza, donde según la ONU 85% de la población ha sido desplazada y la situación humanitaria es crítica, la tensión continúa en la Cisjordania ocupada, donde el número de arrestados por parte de las fuerzas israelíes desde el estallido de la guerra se elevó a 4.910, de acuerdo a fuentes palestinas, que denunciaron 32 detenciones en las últimas horas.