JUDICIALES / CÁMARA DEL CRIMEN / RÍO TERCERO: EN MAYO EMPIEZA EL JUICIO CONTRA UN FUNCIONARIO POLICIAL POR SUPUESTO HOMICIDIO CON EXCESO EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES / Por el episodio se encuentra imputado el funcionario policial Luciano Carnero y el juicio que arranca el próximo 13 de mayo contará con la presencia de los tres camaristas de los Tribunales de Río Tercero.
Al policía Luciano Manuel Carnero se lo juzgará por el supuesto delito de Homicidio Simple con exceso en el legítimo ejercicio de un cargo contra Lucas Ángel Funes de 23 años de edad. El hecho ocurrió en Río Tercero en el año 2012.
En el día de ayer, a pedido de la familia se solicitó la exhumación del cadáver de Lucas Funes: «a los fines de despejar dudas de la autopsia, si el disparo fue a quemarropa y a corta distancia», expresa el abogado Monroy patrocinador de la familia del joven fallecido.
QUÉ PASÓ? El 14 de diciembre del 2012 a las 9 de la mañana en barrio Monte Grande de la ciudad de Río Tercero, la policía comenzó a perseguir a Lucas Funes, de 24 años. Lucas tenía antecedentes policiales. «Los Funes veníamos de sufrir amedrentamientos policiales«, expresa su hermano Sergio.
En el expediente policial/judicial se cita: que ese día empezaron a dispararle con balas de goma, Lucas comenzó a correr y recibió diversos impactos por la espalda. Disminuyó su carrera y continuaron disparándole con balas de plomo. «Una vez caído en el piso lo ejecutaron», plantean los familiares. Según testimonios de vecinos y vecinas que estaban en el lugar, el joven estaba desarmado, pero los oficiales le plantaron un arma y adujeron que lo habían encontrado robando.
Mónica Sosa, la mamá de Lucas, comentó: “mi hijo salió a las 9 de la mañana de mi casa y me enteré que a las 10 me lo mataron en una persecución que hubo a cinco cuadras”.
El hermano de Lucas, Sergio Funes, explicó que el cuerpo de Lucas tenía más de veinticuatro impactos de balas de goma y que los policías “tomaron la decisión de ejecutarlo con un disparo en la cabeza”. La familia afirmó que hacía tiempo que estaba sometida a acoso y seguimiento policial y que ya en 2010 un grupo de policías había tirado una bomba molotov en la casa que habitaban.
SE INICIA LA CAUSA JUDICIAL
Inicialmente, la Justicia había dictado el sobreseimiento del policía. Pero la Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de Villa María revocó el Auto de Control y, en el año 2019, remitió la causa a la Fiscalía de Instrucción a los fines que se prosiga con la investigación. Este órgano judicial, desde entonces, incorporó nuevos elementos probatorios, entre ellos una reconstrucción virtual realizada por la sección desarrollo interdisciplinario de Policía Judicial, lo que permitió tener nuevos elementos para elevar la causa a juicio.
CASO DE GATILLO FÁCIL. Después de 11 años de persecuciones, hostigamiento y armados de causas contra la familia de Lucas Funes y víctima de gatillo fácil, la Fiscalía a cargo de Paula Bruera elevó a juicio la causa por el asesinato del joven ocurrido en la ciudad de Río Tercero en el año 2012.
Por el caso, policías de alto rango deberán enfrentarse a la justicia. Desde el crimen de Lucas Funes a la fecha, la familia de Funes expresaron al Ojo Web un grado de impunidad que rodea al caso y que involucra a más de 20 policías de la departamental Tercero Arriba de la policía de Córdoba.
«En una ciudad donde ningún caso ha sido resuelto a lo largo de 30 años en donde factores de poder se encuentran complicados, denotando la evidente connivencia político/judicial que posibilita el sistemático encubrimiento de funcionarios amigos del poder», apuntaron desde la Comisión Provincial contra la Violencia Institucional de Córdoba.
CONVIVENCIA POLICIAL Y JUDICIAL
La familia de Lucas, debió atravesar diversos intentos de protección y encubrimiento para evadir la responsabilidad policial en el asesinato de Lucas resguardando a los implicados entre los cuales se encuentran Luciano Carnero como principal autor del disparo letal y Javier Belmonte, implicado también en el hostigamiento y asesinato del joven Yamil Malizia entre otros, a la fecha en funciones, habiéndose registrado ascensos dentro de la fuerza a modo de premiar la criminal actuación policial, manifestaron desde a Comisión Provincial contra la Violencia Institucional de Córdoba.
Familiares de las víctimas denuncian que los policías sospechados de los crímenes nunca fueron separados de sus funciones y algunos fueron trasladados a poblaciones cercanas a modo de descomprimir y soslayar responsabilidades, como Belmonte en Colonia Almada y Ángel Oyola en Río de los Sauces.
«Otros fueron ascendidos a cargos de fundamental relevancia desde donde dirigen operaciones de intimidación y amedrentamiento hacia las familias con total impunidad, permitiendo intervenir y entorpecer el proceso de investigación a gusto y antojo desde adentro. No es un hecho menor que Luciano Carnero tras haber cometido el asesinato, haya sido elegido y designando por el Poder Judicial como investigador en la misma fiscalía que debía investigar su crimen ni el reiterado intento de sobreseimiento, rechazado en dos oportunidades por la cámara del crimen de Villa María en virtud de las pruebas obrantes que ordena investigar mejor a los funcionarios judiciales de Río Tercero», agregaron.
«Tampoco podemos dejar de citar que Carnero tuvo a su cargo la investigación por el hostigamiento y asesinato de Yamil Malizia. En los sangrientos pasillos de tribunales se lo reconoce como un personaje oscuro de quien las familias debemos cuidarnos. Cuidado, no es policía común, recomiendan algunos letrados. Mano derecha de la ex fiscal Heredia Hidalgo quien se desempeñó como pro-secretaria al momento del asesinato de Lucas. Carnero ostenta un poder anormal debido a sus conocimientos en el manejo de redes sociales y posición de privilegio siempre en ascenso, desempeñándose a la actualidad en el escuadrón de infantería» agregaron desde la Comisión.