POLÍTICA / Soledad Francisetti es actual concejal de Juntos por el Cambio, y funcionaria parte de la oficina provincial de Niñez y Adolescencia. En diálogo en el STREAM DE LA NOCHE GUASÓN habló sobre el trabajo que realizan en la comunidad gitana. «…hemos logrado que los niños de la comunidad gitana, todos estén documentados, que era una tarea imprescindible, a partir de eso que cada niño tenga su control específico de salud, también que estén escolarizados».
- Una difícil tarea erradicar el trabajo infantil, además en las calles de la ciudad se puede observar «nenes y nenas gitanas vendiendo mercadería…
El ministro de Trabajo, Sereno también hizo una mención, el día que conformamos la mesa departamental de COPETRI que es una comisión que trabaja para erradicar la lucha en contra del trabajo y explotación infantil.
Él mencionaba que uno tiene que elegir las luchas que da y en función de eso priorizar, en ese sentido nosotros como equipo priorizamos a los niños. No es que un derecho sea más importe que el otro, pero entendemos que hay comunidades como la gitana que tiene su idiosincrasia, siendo una Nación dentro de nuestro Estado Argentino con sus normas específicas.
Porque ellos tienen una forma de vivir dentro de nuestro Estado, como así también la comunidad boliviana, con el tema de las verduras, con ellos el trabajo es tratar de resguardar derechos que son importantísimos en los niños y adolescentes.
Entonces hemos logrado que los niños de la comunidad gitana, todos estén documentados, que era una tarea imprescindible, a partir de eso que cada niño tenga su control específico de salud, también que estén escolarizados. Uno sabe que es difícil luchar contra las formas de vida que adoptan ciertas comunidades, entonces uno de alguna manera consensúa esa obligatoriedad que tienen, que ellos trabajen, pero que no dejen estar escolarizados o con los controles de salud.
Los gitanos siempre buscan asentamiento, seguramente en aquella oportunidad, siendo Adrián Vitali secretario de Acción Social del Municipio lo que se decidió es permitir o acompañar que se establecieran en un espacio determinado del barrio, no siendo más nómades, y que colaborara la población del barrio para esta instalación.
Hay que decir que hubo inconvenientes, pero se fue trabajando la convivencia social del barrio y ya hace un tiempo importante que están formando parte de ese sector comunitario.
Si bien los hermanos venezolanos tienen su cultural, indefectiblemente están incorporados a una sociedad occidental como la nuestra, con costumbres similares, entonces ahí no hay tanto choque cultural.