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BRASIL / La medida afectará a los estudiantes de escuelas primarias y secundarias en toda la nación, a partir de febrero. Los dispositivos podrán utilizarse sólo en caso de emergencia o con fines educativos.
El presidente Lula da Silva promulgó una ley que restringe el uso de celulares en todas las escuelas primarias y secundarias de Brasil. La medida, que entrará en vigencia a partir de febrero, promueve que los estudiantes utilicen los dispositivos solo en casos de emergencia o con fines educativos.
Si bien el texto habla de “smartphones”, se debe tener en cuenta que prácticamente ya no circulan ni existen celulares “analógicos”, es decir, que no posean conexión a internet ni otras múltiples características, y cumplan en cambio solo las funciones más básicas de un teléfono.
El ministro de Educación, Camilo Santana, mostró su preocupación por el hecho de que los niños navegan en internet desde edades cada vez más tempranas, lo cual dificulta que sus padres sigan el rastro de lo que hacen en línea. Desde esa cartera sostienen que esta medida favorecerá el control parental: “Queremos que esos dispositivos, como en muchos otros países, solo sean utilizados en clase y bajo la supervisión de un maestro”, declaró Santana.
El proyecto tuvo un respaldo unánime por parte del oficialismo y la oposición, incluyendo el otro extremo del espectro, como los aliados del expresidente Jair Bolsonaro. Este tipo de decisiones se está replicando en diferentes países del mundo, incluida Argentina.
A mediados del año pasado, la Ciudad de Buenos Aires emitió una resolución que va por caminos similares: en el nivel inicial y primaria queda bajo responsabilidad de las familias que sus chicos lleven (o no lleven) dispositivos digitales al colegio, pero no pueden usarlos durante las clases ni los recreos. En el secundario, los teléfonos y tablets deben permanecer guardados durante las horas de clase, excepto en las actividades pedagógicas planificadas.
