A 12 ruedas cambiarias de las elecciones, la Defensa del dólar agota reservas

ACTUALIDAD/ ECONOMÍA/ Alta tensión y fragilidad en el mercado cambiario argentino, marcada por la proximidad de las elecciones legislativas y la intervención del Gobierno para evitar que el tipo de cambio oficial alcance el límite superior de la banda de flotación.
Al Gobierno le quedan aproximadamente USD 700 millones de las divisas que fueron liquidadas por el sector agropecuario gracias a una medida de eliminación temporal de retenciones.
Esto implica que el Gobierno ya ha gastado una parte significativa de esos ingresos extraordinarios para sostener el tipo de cambio. Se estima que se utilizó cerca de USD 1.000 millones de esas divisas solo en los últimos días para contener la presión alcista.
La venta de divisas por parte del Tesoro fue una estrategia sostenida. Al martes mencionado, acumulaba más de USD 1.600 millones en ventas en las últimas seis ruedas consecutivas, mostrando la intensidad de la intervención.
El principal objetivo es evitar que el dólar oficial alcance el techo de la banda cambiaria. Cruzar ese límite se considera un factor de inestabilidad y podría desencadenar una devaluación más abrupta o un cambio en el esquema cambiario.
Faltan doce ruedas para las elecciones legislativas. La incertidumbre política y el riesgo percibido en estos períodos suelen incrementar la demanda de dólares como refugio (dolarización preelectoral).
Se espera una mayor demanda de divisas no solo por el factor electoral, sino también por el calendario de pagos (cobro de sueldos y otras erogaciones que pueden volcarse al mercado de cambios).
El Gobierno implementó varias «líneas de defensa» para «aguantar» hasta el día de las elecciones, incluyendo:
- La venta de divisas del Tesoro (la mencionada intervención).
- La intervención en el mercado de futuros de dólar.
- Posibles operaciones con bonos ajustados al tipo de cambio oficial.
La intensa presión se traduce en un escenario de máxima tensión para las reservas del Banco Central. Paralelamente, el riesgo país se mantiene alto (por encima de los 1.000 puntos), reflejando los temores de los inversores sobre la capacidad de pago del país.
El contexto de inestabilidad se da mientras el equipo económico negocia en Estados Unidos, con expectativas sobre un posible swap de monedas por USD 20.000 millones y otros apoyos financieros que alivien la situación antes de los comicios.
El panorama económico se caracteriza por un esfuerzo sostenido y costoso del Gobierno por mantener la estabilidad cambiaria hasta las elecciones, utilizando una parte sustancial de las divisas obtenidas del sector agropecuario. La preocupación radica en los recursos remanentes para continuar la intervención y el riesgo de que el dólar rompa el techo de la banda si la presión se intensifica aún más.