Acorralado en el Congreso: Sin negociaciones a la vista, el Gobierno enfrenta una semana clave y da por caídos los vetos a leyes sensibles.
ACTUALIDAD/ POLÍTICA/ Se refleja la preocupación y el pesimismo dentro del Gobierno ante una serie de votaciones clave en el Senado, donde el oficialismo no cuenta con mayoría propia y la oposición parece unirse para avanzar en sus posturas.
El principal foco de preocupación y lo que se debatirá en el recinto del Senado es el rechazo a dos vetos del Poder Ejecutivo a leyes que habían sido aprobadas previamente por el Congreso:
- Veto a la Ley de Financiamiento Universitario: Esta ley busca garantizar la actualización de los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales ajustados por la inflación (Índice de Precios al Consumidor – IPC), además de establecer la convocatoria obligatoria a paritarias y recomponer los salarios docentes y no docentes. La votación de esta ley tuvo un amplio apoyo opositor, y se espera que el Senado insista en su sanción.
- Veto a la Ley de Emergencia Pediátrica (Hospital Garrahan): Esta norma declara la emergencia pediátrica nacional y destina recursos prioritarios para insumos, infraestructura, medicamentos, y personal esencial. El Hospital Garrahan fue tomado como símbolo. El rechazo a este veto también cuenta con una mayoría asegurada, ya que en la votación original logró 62 votos positivos.
Para que un veto presidencial sea rechazado (e insistir en la ley original), se necesitan los dos tercios de los votos de los senadores presentes. Los números indican que la oposición, ya unida en la Cámara de Diputados para voltear estos mismos vetos, cuenta con los votos necesarios para lograrlo en el Senado.
La Casa Rosada no activó conversaciones con la oposición para los plenarios en comisión ni para los debates que se avecinan. Esta inacción agrava la posición del Gobierno.
La frase lapidaria de un alto mando del oficialismo, «Está todo perdido», resume el clima de resignación y la falta de estrategia para revertir la tendencia. Se asume que no solo se caerán los vetos, sino que también avanzarán otros instrumentos de control parlamentario.
El escenario general en el Senado para el Gobierno es de gran debilidad, donde se anticipan varias derrotas legislativas que forzarán al Poder Ejecutivo a promulgar leyes que había intentado frenar por decreto.
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