La profunda crisis social y de salud mental desborda la tarea policial, advierte el Ministro de Seguridad de Córdoba

SOCIALES / PROVINCIA DE CÓRDOBA /
Río Tercero. El Ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros de la provincia de Córdoba advirtió sobre la «situación muy compleja» que atraviesa la sociedad, señalando que la creciente problemática de salud mental y el «tejido social absolutamente roto» están desbordando la capacidad de la policía. Las declaraciones surgieron tras ser consultadas por un reciente suceso ocurrido en Río Tercero, en lo que se refiere a la salud mental.
El funcionario enfatizó que la crisis excede el ámbito de la seguridad pública, y que la policía no está debidamente preparada para abordar los múltiples casos de salud mental que enfrentan a diario.

La policía en la primera línea del desborde social
El Ministro fue categórico al afirmar que «la gente la está pasando realmente mal» y que la situación social está «desbordada por todos lados». El impacto de esta crisis se observa directamente en la calle, donde el titular de la cartera de Seguridad aseguró ver «cada vez más gente en situación de calle» ya los efectivos policiales lidiando con «problemas de salud mental» en aumento.
«El policía no está preparado cuando llega a un procedimiento para determinar si la persona es esquizofrénica, paranoica, tiene un brote psicótico, o simplemente está deprimida o simplemente se está haciendo el loco».
Enfatizó que son «policías», cuyo entrenamiento se enfoca en otras áreas. La institución, a pesar de los esfuerzos de capacitación en el abordaje de urgencias en salud mental que se han llevado a cabo en la provincia, no puede solucionar un problema que es estructural.

Drogas y abandono estatal: Las grietas del tejido social
El Ministro ligó la problemática social al consumo de drogas, que golpea a distintos estratos sociales. Mencionó desde personas de «alto poder adquisitivo» que consumen «drogas sintéticas», hasta quienes no tienen nada y consumen «paco degradado» o «pipazo», una sustancia que «les destruye la cabeza, literalmente se la destruye». Advirtió sobre el efecto que produce el consumo de estas sustancias, que vuelve a los individuos «muy agresivos, muy violentos en la abstinencia».
Para el funcionario, el verdadero fenómeno que vive la provincia es «la desaparición del Estado de los lugares que no puede abandonar», siendo la salud pública uno de esos pilares esenciales. Subrayó que la situación de quienes sufren adicciones o salud mental «absolutamente quebradas»necesita una respuesta estatal, más allá de la policía.

La Seguridad como Solución Parcial
El Ministro criticó la visión simplista de quienes creen que la problemática se resuelve únicamente con seguridad pública o con el accionar de la Policía de Córdoba, manifestando que «la policía sola no va a solucionar el problema».
Insistió en que la intervención policial, al llegar a un lugar de conflicto, evidencia que «todo se rompió». El desafío, según el titular de Seguridad, es evitar que el deterioro social continúe, en un contexto donde el «tejido social» está «roto» y «destruido, como nunca antes lo tuvimos».
Finalizó remarcando que la complejidad del panorama social exige que la policía en la calle esté «cada vez más preparada», pero que esta preparación debe ir acompañada por una respuesta integral del Estado.




