Guerra Fría Laboral: La CGT le marca la cancha al Gobierno y rechaza sin vueltas los tres puntos neurálgicos de la reforma

ACTUALIDAD/ EN LA NACIÓN/ La Confederación General del Trabajo (CGT), con su nueva conducción, marcó un claro límite al Gobierno respecto a la reforma laboral, insistiendo en la necesidad de diálogo pero advirtiendo que no convalidarán un proyecto que implique una «quita de derechos».
La postura se hizo pública a través de las declaraciones de los nuevos cotitulares Jorge Sola (Sindicato del Seguro), Cristian Jerónimo (Empleados del Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros), quienes conforman el triunvirato recientemente ratificado.

La central obrera se opone de manera tajante a tres ejes principales que se encuentran en el borrador del proyecto de «modernización laboral» impulsado por el Poder Ejecutivo, por considerarlos regresivos:
- Tope en las Indemnizaciones:
- Rechazo: La CGT se opone a cualquier intento de limitar o poner un tope al cálculo de las indemnizaciones por despido sin justa causa.
- Argumento: Consideran que esto reduce la protección económica del trabajador y disminuye el costo del despido para el empleador, incentivando la rotación laboral y la precarización en lugar de la estabilidad.
- Bancos de Horas:
- Rechazo: Se niegan a la implementación de sistemas de «bancos de horas» sin el aval de los convenios colectivos.
- Argumento: Este mecanismo permite al empleador extender o reducir la jornada laboral diaria según sus necesidades productivas, compensando las horas extra o de menos en otros momentos. La CGT lo ve como una flexibilización laboral que impacta directamente en la calidad de vida y la planificación familiar del trabajador, al tiempo que atenta contra el pago de horas extra.

- Salario por Productividad:
- Rechazo: La central obrera critica el concepto de ligar una parte sustancial del salario únicamente a la productividad de la empresa o del trabajador individual.
- Argumento: Cristian Jerónimo calificó estas propuestas como «alocadas» y afirmó que no existen en el mundo del trabajo serio. La CGT defiende que el salario debe seguir regido principalmente por las paritarias y el convenio colectivo de trabajo, asegurando un ingreso digno y previsible, sin depender de la volatilidad productiva.

A pesar de su rechazo a estos puntos, la nueva conducción de la CGT insiste en que su principal objetivo es negociar y aportar ideas para modernizar la legislación, pero siempre bajo el concepto de la progresión de derechos, no de su retroceso.
Los dirigentes recordaron que el líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, participa del Consejo de Mayo (mesa de diálogo con distintos sectores), demostrando la disposición de la central a sentarse con el Gobierno.

Jorge Sola advirtió que no acompañarán ninguna medida que se asemeje al capítulo laboral del DNU 70/23 (que fue declarado inconstitucional por la Justicia) y señaló que hay un sector dentro del Gobierno que busca «atomizar el poder sindical» y tratarlos como «adversarios políticos».
La CGT anticipó que si el Gobierno avanza sin diálogo en una propuesta que vulnere los derechos, habrá acciones contundentes y resistencia en las calles para frenar lo que consideran una flexibilización con quita de derechos.

La CGT busca posicionarse como un actor clave en el debate legislativo y social, obligando al Gobierno a modificar los aspectos más cuestionados de su propuesta para lograr su aprobación en el Congreso.

