La ética del periodista ante un hecho fuera de agenda: aclarando la verdad de la entrevista a Badino.

EDITORIAL / POR JUSTO DAGORRET / Días atrás, la entrevista realizada en nuestro estudio al presidente de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Río Tercero, Luciano Badino, trascendió el ámbito informativo tradicional para instalar una reflexión necesaria sobre los límites en el ejercicio del periodismo y la vida pública.

Un gesto inesperado y sus repercusiones
Durante el encuentro, ajeno a los temas de gestión y servicios públicos, se produjo un hecho que, si bien se desarrolló en un marco privado y de confianza, generó un eco inesperado en la esfera política. El entrevistado, al ver objetos decorativos relacionados con armas en el hogar, mostró un arma propia, de uso real,  fuera del ámbito habitacional, específicamente en la vereda (espacio público).

Es fundamental clarificar: el diálogo periodístico transcurrió con total normalidad, y en ningún momento se produjo una sensación de intimidación o desvío de la conversación. La muestra del objeto fue un acto puntual y lateral, sin intenciones manifiestas de amedrentamiento o amenaza. Es crucial subrayar que nunca se abordó el tema del arma en el desarrollo de la entrevista oficial.

Transparencia, confianza y el periodismo
Este suceso, que rápidamente circuló en el ámbito político, nos obliga a poner en valor dos pilares: la transparencia del proceso y la ética profesional.

  • El rol del periodista: Como profesionales, nuestra labor es buscar la información, incluso la que incomoda, en un entorno de seguridad y respeto. En este caso, la percepción de quien dirigió la entrevista es que no hubo una amenaza real. Es nuestra responsabilidad hacer pública esta aclaración para evitar especulaciones malintencionadas que distorsionen el hecho o desvíen el foco de la gestión cooperativa.
  • El rol del entrevistado: Luciano Badino, una figura central y reelecta en la conducción de la Cooperativa, accedió a la entrevista en un contexto que, momentáneamente, difuminó la línea entre lo oficial y lo personal. Aclaramos que creemos en su nula intención de utilizar ese gesto con otro fin que no fuera una simple muestra o comentario fuera de lugar.

La lección para el entorno político
La repercusión de este evento en el entorno político local destaca la sensibilidad extrema con la que se maneja la información hoy en día. Un simple gesto en un ámbito privado puede ser magnificado y manipulado en la arena pública.

Esta situación debe servir como un recordatorio para todos los actores:

  • Para los funcionarios públicos, la necesidad de mantener una prudencia absoluta en cualquier contexto, sabiendo que la vida pública exige la máxima cautela en todo momento.
  • Para el periodismo, la obligación de aclarar los hechos en su justa dimensión, desmintiendo rumores y centrando el debate en los temas de interés público, que en este caso son la gestión de la Cooperativa y los servicios esenciales de Río Tercero.

Lo importante de la entrevista es la información que se brindó a la comunidad, y es allí donde debe permanecer el foco. La anécdota del arma debe quedar como una reflexión sobre los límites de la privacidad en la vida pública, no como un elemento de juicio sobre la integridad de un acto periodístico.

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