El ADN del León: generaciones unidas por el fuego sagrado de Estudiantes
Nadia, Álvaro y Luis los "pincharratas"
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FÚTBOL / PASIÓN
Por la Redacción / En el mundo del fútbol, se habla mucho de la pasión, pero en el universo de Estudiantes de La Plata, la pasión no es un sentimiento: es un fuego sagrado. Para la familia de Luis Franz, Nadia Volonte y el pequeño Álvaro Sebastián, ser «Pincha» no es simplemente elegir un equipo, es adoptar una identidad inquebrantable que se transmite de generación en generación.
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La Mística del «Nosotros»
La Mística del «Nosotros»Para Luis, ser hincha de Estudiantes es pertenecer a algo mágico. No se trata solo de los 90 minutos en la cancha, sino de esa capacidad única del club para resurgir cuando todos lo dan por perdido. Es la resiliencia hecha fútbol.
«Estudiantes saca de su masa adentro la fuerza necesaria para salir adelante», explica Luis, evocando la memoria del eterno Alejandro Sabella. En el club, la premisa es clara: «Menos yo y más nosotros». Esa cultura del esfuerzo colectivo y la solidaridad es lo que diferencia al conjunto albirrojo.
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Una tribuna que es familia
Más allá de los trofeos y la historia copera, lo que realmente brilla es el ambiente humano en el Estadio Jorge Luis Hirschi es un recinto deportivo propiedad del Club Estudiantes de La Plata, ubicado en la ciudad bonaerense de La Plata. Luis relata con emoción cómo la tribuna se transforma en una extensión del hogar:
- Solidaridad: Un ambiente homogéneo donde el desconocido se vuelve amigo.
- Inclusión: La apertura de una hinchada que permite que un socio común pueda sentir el latido del club tocando el bombo.
- Transparencia: Una institución que cuida a su gente, explicando cada paso y manteniendo una gestión clara con sus socios.
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El legado: de 2000 a la eternidad
La historia de esta familia con el «León» tiene hitos marcados en el calendario. Luis inició este camino como socio en el año 2000. Años más tarde, Nadia se sumó a esta lealtad roja y blanca.
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Hoy, el círculo se completa con la llegada de Álvaro Sebastián, quien el pasado 30 de junio se convirtió oficialmente en socio de Estudiantes. Un nuevo eslabón en una cadena de amor que demuestra que, en La Plata, el sentido de pertenencia no conoce de edades. Para los Franz-Volonte, Estudiantes es la escuela de la vida: donde se aprende que la unión hace la fuerza y que el rojo y blanco es, ante todo, una forma de caminar por el mundo.
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