¡¡¡ Informe !!! Río Tercero ante la emergencia de una crisis de salud mental que ya no es silenciosa

 

Por la Redacción

La salud mental ha dejado de ser un tema de debate teórico para convertirse en una urgencia palpable que desborda las guardias y golpea la estructura social de nuestra región. En Río Tercero, las cifras y los testimonios de los especialistas revelan un escenario crítico: ya no nos enfrentamos a casos aislados, sino a una problemática colectiva donde el dolor psíquico, las adicciones y la falta de tolerancia a la frustración están poniendo en jaque al sistema sanitario.

El colapso de la contención tradicional

La realidad del Hospital Provincial es el termómetro más cruel de esta situación. Como referente para todo el departamento Tercero Arriba, el nosocomio público absorbe una demanda que el sector privado no está atendiendo. Las autoridades son tajantes: «La parte privada no atiende salud mental», lo que deriva toda la presión de las urgencias hacia los municipios y los hospitales provinciales.

El dato oficial hiela la sangre y marca la gravedad del momento: solo en julio de 2025, se atendieron a 20 personas por intentos de suicidio en el hospital. Para el sistema de urgencias, el paciente con patología mental es uno más en la sala de espera, pero su presencia es el síntoma final de una cadena de fallos previos. Como remarcan las autoridades, «lo que llega acá es porque se falla antes: problemas familiares, económicos, adicciones, bullying».

«Anestesiar el dolor»: La adicción como suicidio lento

En un análisis profundo sobre lo que nos está pasando como sociedad, el especialista en adicciones César Tapia arroja luz sobre el vínculo intrínseco entre el consumo y la autodestrucción. «El consumo es una forma de suicidio y una manera de anestesiar el dolor», sentencia.

La reflexión de Tapia nos obliga a mirar más allá de la sustancia química. El adicto busca escapar de una «noche oscura» interior, de la angustia y la soledad. Pero esta evasión no es exclusiva de las drogas ilegales; hoy la anestesia toma formas socialmente aceptadas como el trabajo excesivo, el sexo desmedido, la ludopatía o las compras compulsivas. Todas son máscaras para buscar una «felicidad que no es verdadera».

Vivimos, según el especialista, en una cultura de la inmediatez impulsada por la tecnología, donde hemos perdido la capacidad humana de tolerar la frustración. Esta incapacidad de procesar el «displacer natural de la vida» deja a los jóvenes acorralados ante la primera dificultad. Y no es un fenómeno aislado de nuestra ciudad: casos recientes en General Cabrera y General Deheza confirman que es un flagelo regional.

La salida es humana

A pesar de los protocolos y las estadísticas, la conclusión final es profundamente humana. César Tapia nos recuerda que la salida está en la empatía: en «volver a humanizarnos». En un mundo virtual, la cura comienza por escuchar al otro, identificar el sufrimiento ajeno y ofrecer compañía real.

La recuperación, ya sea de una adicción o de una crisis emocional, empieza con un paso simple pero gigante: «poder empezar a hablar de lo que le pasa, lo que siente y lo que le hace doler el alma». Río Tercero está intentando crear los espacios para que esa conversación suceda antes de que sea demasiado tarde.

Río Tercero: Una batalla total desde la prevención

Ante este diagnóstico desolador, Río Tercero ha decidido abandonar la pasividad y declarar una «batalla total» contra esta crisis. La estrategia municipal marca un cambio de paradigma: dejar de lado el enfoque meramente asistencial para construir una red de contención que opere antes de la tragedia.

La respuesta es interdisciplinaria. La Secretaría de Salud, junto a las direcciones de Adicciones, Educación y Discapacidad, han puesto a los 12 Centros de Salud «en pie de guerra». Se ha reforzado la atención psicológica priorizando las urgencias, pero el verdadero cambio está en salir a la calle.

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El municipio ha desplegado dos líneas de ataque claras para proteger a los más vulnerables: los niños y adolescentes.

  • En las aulas: Se realizan talleres de reflexión en escuelas públicas y privadas abordando sin tabúes el bullying, la anorexia, el suicidio y las autolesiones, buscando que los alumnos rompan el silencio y pidan ayuda.
  • En los clubes: Se ha extendido la red a todas las disciplinas deportivas, capacitando a entrenadores para que detecten conductas de riesgo más allá de lo deportivo.

Protocolo único: Cuando el sistema despierta

Quizás el avance más significativo en términos de gestión es la coordinación. Por primera vez, existe un Protocolo de Actuación específico para intentos de suicidio que une a Defensa Civil, Policía, Bomberos, el servicio de ambulancias y el Hospital.

Incluso los inspectores escolares tienen ahora herramientas protocolizadas para actuar. Ya no son esfuerzos aislados; es un sistema que busca asegurar el tratamiento y el seguimiento exhaustivo de cada paciente.

Crisis de Salud Mental en Río Tercero: Tecnología, desborde policial y el vacío espiritual

La problemática de la salud mental en la ciudad ha dejado de ser un tema estrictamente sanitario para revelarse como una crisis sistémica que involucra seguridad, infraestructura y valores sociales. La agenda local se tensa entre la urgencia de respuestas inmediatas y la necesidad de soluciones profundas.

La respuesta técnica: Alerta en el Puente Negro: Como medida de contención inmediata, se ha implementado un sistema de alerta automática en el «Puente Negro». Según reportes de El Ojo Web, esta tecnología busca actuar como una primera barrera física ante situaciones de riesgo. Sin embargo, el mensaje subyacente de esta medida —y del video que documenta su funcionamiento— es que la tecnología compra tiempo, pero no soluciona el problema de fondo. La cámara alerta, pero es la comunidad la que debe responder.

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El diagnóstico oficial: La policía desbordada: La gravedad del escenario se confirma con la admisión del Ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros. El funcionario advirtió que la crisis de salud mental está desbordando la capacidad operativa de la policía, obligando a los uniformados a actuar como agentes de contención psiquiátrica, una función para la cual no están primariamente diseñados.

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La reflexión de fondo: Una carencia espiritual

Más allá de las cámaras y los patrulleros, Tito Dagorret, director de El Ojo Web, introduce al debate una dimensión muchas veces ignorada: la ausencia de una base espiritual o religiosa en la temprana edad de nuestros niños y preadolescentes.

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Dagorret plantea que esta formación temprana, independientemente de la fe específica, es una «inversión social urgente» y detalla cuatro pilares por los cuales esto es vital para la salud mental futura:

  • Sentido de pertenencia: Frente a la «soledad digital» y la fragmentación familiar, una comunidad espiritual ofrece un refugio seguro y una red de apoyo real fuera del colegio y la casa.
  • Una brújula ética: La internalización de principios universales (compasión, perdón) crea un andamiaje moral que ayuda a prevenir conductas de riesgo.
  • Trascendencia y propósito: Entender que hay algo «más grande» que uno mismo actúa como una «vacuna contra la desesperanza y el nihilismo», ayudando a poner los problemas personales en perspectiva.
  • Gestión de la adversidad: La fe entrega herramientas para lidiar con la incertidumbre y el sufrimiento, evitando que una crisis personal se perciba como un callejón sin salida.

PERFIL DE LA EDITORIAL DEL OJOWEB

Por qué cambiamos la forma de contar el dolor». En Río Tercero, el silencio ya no es una opción, pero el ruido tampoco ayuda. Ante la emergencia de salud mental que atraviesa nuestra ciudad, este medio asume un compromiso público: no buscamos el clic fácil en la tragedia ajena.

Desde hace dos años, nuestra cobertura priorizará la prevención sobre el suceso policial. No nos enfocamos en el ‘cómo’ alguien intentó quitarse la vida, sino en el ‘por qué’ llegamos a ese punto y el ‘qué’ podemos hacer para evitarlo.

Pretendemos ser un puente entre el vecino angustiado y el sistema de salud. Vigilamos que el Estado cumpla su promesa de ‘batalla total’, pero también invitaremos a la comunidad a reflexionar sobre nuestra propia humanidad, nuestros valores y nuestra capacidad de escuchar al otro. Porque informar, en estos tiempos, también es cuidar».

Responsables: Justo Dagorret y Adriana Carballo

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