ARGENTINA/ Es el submundo de internet, para las autoridades plantea desafíos frente a la actividad criminal. Venta de drogas (con envío gratuito), armas, pasaportes falsos. Pornografía infantil. Contenido gore, o extremadamente violento. Sitios de servicios de sicarios. Tarjetas de crédito robadas, medicamentos que no son de venta libre, precursores químicos y los foros más extraños y siniestros. Todo eso y más abunda en el lado más desconocido y oscuro de la tecnología que cambió nuestras vidas: Internet./ Nota de Carolina Amoroso.
Se lo conoce como Deep Web, y refiere a todo el contenido no indexado por los grandes buscadores (el principal, Google). Dentro de este universo donde la sordidez y la actividad criminal superan los límites de lo imaginable, hay un subconjunto, particularmente oscuro y desconocido, que se conoce como la Dark Web.
Para despejar algunos mitos, es necesario entender que no todo el contenido de la Deep Web (o sea, no todo el contenido no indexado en la Internet convencional) es necesariamente malo. A esta contracara de Internet, a la que se accede a través de navegadores especiales (fundamentalmente, Tor), se la ha utilizado también para el armado de foros donde ciudadanos de países en los que las restricciones a la libertad de expresión son extremas pueden compartir información e ideas.
Sin embargo, y particularmente en la llamada Dark Web, la actividad criminal abunda. Esto, por supuesto, no quiere decir que no haya en la «Internet Superficial», o la que usamos a diario, contenidos similares o sitios dedicados a la venta de servicios o bienes ilegales. Lo que sucede es que la Deep Web (y en consecuencia, el subgrupo denominado Dark Web), hace más difícil el rastreo de la identidad detrás de un sitio o un contenido (ya que son encriptados).
«La Deep Web es la web que no vemos. Es lo que está abajo de la línea de flotación. La Deep Web tiene un tamaño de 100 mil Terabytes y la Internet visible tiene 10.000 Terabytes», dice Gabriel Zurdo, fundador y CEO de BTR Consulting, una empresa de Ciberseguridad.
En relación al contenido, agrega: «Es el ámbito por excelencia para transaccionar y operar con identidad enmascarada y hacerse de herramientas para, entre otras cosas, afectar la privacidad de terceros o manipular la privacidad de uno mismo. La oferta no controlada de armas, drogas, órganos, medicamentos que no se comprarían en venta libre en una farmacia y servicios para mandar a agredir a una persona es lo habitual».
Con respecto a la forma de navegar en la Deep Web, Martín, CTO de BTR, explica: «Lo que se utiliza es un navegador especial que tiene conexiones para poder ver lo que hay en la Deep Web». Mientras nos ayuda a navegar por algunas páginas representativas de lo que se puede encontrar en este lado desconocido de Internet, dice: «Muchas veces, la imaginación queda corta con respecto a lo que se puede encontrar en estos casos».
La transacciones en los sitios se hacen a través de criptomonedas (como las bitcoins), de manera que resulta más difícil rastrear quién envía el dinero y quién recibe el pago.
Sobre la posibilidad de llegar a las personas detrás de estas redes delictivas, Horacio Azzolin, fiscal federal de la unidad especializada en Cibercrimen, dice: «Hay determinadas partes de estas operaciones que se tienen que hacer en el mundo físico o en la Internet superficial. Si vos comprás drogas por un mercado en la Deep Web, en algún momento se entregan en el mundo físico y lo que nosotros tratamos de ver es ese momento. Y a partir de ahí, empezar a desandar el camino…Además, todo el mundo comete errores y nosotros tenemos entrenamiento para detectar ese error».
Sin dudas, son muchos los desafíos que esta cara compleja y desconocida de Internet plantea para todos: empresas, agencias de seguridad y sobre todo, para los usuarios, que todavía tenemos mucho para aprender sobre este universo paralelo en el que pasamos buena parte de nuestros días y cuyas dimensiones parecen ser inabarcables.
Qué horror. La ciencia y la tecnologíam al servicio del mal!!!
El » supuesto» pedófilo tiene 23 años….espero que la palabra supuesto termine con la investigación…y salga el nombre a la luz como el médico pediatra del Garrahan; ya que este caso se dice está vinculado con los casos de Río 3.